¿Quieres saber qué dice tu lenguaje corporal y cómo puedes escuchar el lenguaje corporal de los demás?
En este artículo te comparto una primera aproximación a lo que es el lenguaje corporal, y cómo el observarlo conscientemente puede aportar a mejorar tus relaciones, conversaciones e incluso tu práctica profesional.
Una imagen dice más que mil palabras.
De seguro has escuchado esta frase más de una vez en tu vida, y probablemente en diferentes contextos, ya sean alentadores o aterradores, y sin duda alguna esas imágenes han dejado una potente impresión en tu mente, en tus emociones y en muchos casos en tu vida.
Eso sucede porque cada un@ de nostr@s estamos dotados de la capacidad inconsciente de interpretar las sensaciones, emociones e intenciones de otros con solo mirar sus expresiones, gestos y movimientos, sin embargo, a veces permanecemos ajenos a lo que nos dicen, ya que en la mayoría de los casos, la sociedad nos ha entrenado para poner el foco puramente en las palabras, sin indagar más allá.
Por ello hoy te invito a que profundicemos en ese mundo no verbal, un mundo que puede transformar nuestra forma de convivencia, de comunicación con el entorno y de hacer coaching.
¿Qué es el lenguaje corporal?
Aunque se podría pensar que las palabras que se usan son lo más importante para lograr una comunicación efectiva y armoniosa, en realidad son las señales no verbales las que hablan más fuerte y claro.

De manera muy sencilla, el lenguaje corporal no es más que un conjunto de señales no verbales que todos los seres humanos utilizamos para comunicar nuestros sentimientos e intenciones, y muy a menudo lo hacemos de forma instintiva más que consciente.
La cuestión es que, seamos o no conscientes de ello, cuando interactuamos con los demás, estamos dando y recibiendo continuamente mensajes sin palabras.
Todos tus comportamientos no verbales: los gestos que haces, tu postura, el contacto visual que mantienes, envían mensajes importantes. Pueden tranquilizar a la gente, generar confianza y atraer a los demás hacia ti, o pueden ofender, confundir y socavar lo que intentas transmitir.
Por ello debes tener presente que, estos mensajes no se callan cuando dejas de hablar. Incluso cuando estás en silencio, sigues comunicando.
En algunos casos, lo que sale de tu boca y lo que comunicas a través de tu lenguaje corporal pueden ser dos cosas totalmente diferentes.
Si dices una cosa, pero tu lenguaje corporal dice otra, es probable que tu oyente sienta que estás siendo deshonest@ o incoherente en tu discurso, y dado que el lenguaje corporal es un lenguaje natural e inconsciente que transmite tus verdaderos sentimientos e intenciones, es muy probable que el otro elija tu mensaje no verbal.
El lenguaje no verbal incluye múltiples elementos, como son:
- La postura
- La apariencia
- Las expresiones faciales y el movimiento de los ojos.
- Los movimientos de la cabeza
- Los gestos que hacemos con las manos
- El contacto corporal
- El grado de cercanía
Entonces, como puedes darte cuenta, aunque se dice fácil, este es un tema más complejo de lo que imaginamos, y sumergirnos de lleno en cada uno de los elementos que lo conforman, probablemente nos tomaría mucho más que un artículo, sin embargo, a continuación iremos tan profundo como nos sea posible para que des tus primeros pasos en el camino de tomar conciencia sobre aquello que comunicas y te comunican desde este lugar.
¿Qué papel juega el lenguaje corporal en la comunicación?

Para resaltar la importancia de este tipo de lenguaje en el proceso de comunicar, me parece oportuno compartirte los cinco (5) roles de la comunicación no verbal, que nos propone Edward G. Wertheim, en su artículo “La importancia de una comunicación efectiva”.
El primero es la repetición, pues esta reitera y, a menudo, refuerza el mensaje que estás transmitiendo verbalmente.
El segundo es la contradicción, ya que tiene la capacidad de contradecir el mensaje que intentas transmitir, indicando así a tu interlocutor que quizá no estés diciendo la verdad.
El tercero es la sustitución, teniendo en cuenta que lo no verbal puede sustituir al mensaje verbal. Por ejemplo: tu expresión facial suele transmitir un mensaje mucho más vívido que las palabras.
El cuarto es el rol de complemento, porque puede añadir o complementar tus palabras. Por ejemplo: si además de felicitar a tu hij@ por un logro alcanzado, le das una palmadita en la espalda, o un abrazo, eso sin duda aumentará el impacto de tu mensaje.
Y finalmente el quinto rol es el de acentuar, por ejemplo: el golpear la mesa para subrayar un punto puede darle mucha fuerza a un mensaje, subrayar su importancia e incluso dependiendo del contexto generar temor o agudizar un conflicto.
¿Te das cuenta de lo importante que es tomarlo en cuenta?
Bueno…
Ahora que espero haber captado tu atención, te invito a indagar un poco más a fondo sobre tres (3) de los elementos que integran el lenguaje no verbal.
UNO. Las expresiones faciales y el poder de la mirada.
¿Alguna vez, cuando eras un@ niñ@, una sola mirada de tu madre te llamó al silencio?
No sé si lo viviste, pero algunas personas, incluyéndome, hemos tenido la experiencia de haber aprendido a leer la mirada de nuestra madre, padre o de cualquiera que fuera la persona que cuidó de nosotr@s en la infancia. Sabíamos cuándo callar, hablar o comer, sin que se nos dijera una sola palabra.
Ese es un breve ejemplo del poder de nuestra mirada.

El movimiento de los ojos es un elemento clave del comportamiento facial porque los ojos están invariablemente involucrados en las manifestaciones del rostro.
La frecuencia del contacto visual y la manera en que miras puede sugerir muchas cosas, incluyendo interés, atracción, afecto, aburrimiento, hostilidad e incluso evidenciar algún grado de deshonestidad.
En general, podemos decir que la mirada directa del interlocutor muestra franqueza o apertura. El mirar hacia abajo puede significar que está sintiendo emociones muy fuertes, es un mecanismo de protección en un momento de extrema vulnerabilidad; en cambio mirar hacia arriba puede ser un signo de fatiga o disgusto, todo depende del contexto.
Los ojos son una parte del rostro que revela nuestro estado emocional, ellos tienden a mostrar la alegría, la tristeza, la ira, la sorpresa y mucho más, sin importar lo que expresamos en palabras; y acompañados del movimiento de las cejas no dejarán la menor duda de cómo nos estamos sintiendo.
El rostro en general es extremadamente expresivo, capaz de transmitir innumerables emociones sin decir una palabra, basta una mueca con la boca o una ceja levantada para dejarnos en evidencia.
Y a diferencia de otras formas de comunicación no verbal, existen expresiones faciales universales. Así, el gesto de tu rostro para expresar felicidad, tristeza, ira, sorpresa, miedo y asco son las mismas en todas las culturas, aunque en ocasiones la intensidad varía entre países y entre oriente y occidente.
Así que te invito a observarte más a menudo.
DOS. La gestualidad.
Los gestos son parte de nuestra vida cotidiana.

Es posible que saludemos, señalemos, apuntemos con los dedos o utilicemos las manos cuando discutimos o hablamos animadamente, a menudo nos expresamos con gestos sin pensar.
Sin embargo, debes tomar en cuenta que aunque muchos gestos se han universalizado gracias a la globalidad que ofrece el internet y las nuevas tecnologías, el significado de algunos de ellos puede ser muy diferente según la cultura, por lo que debes ser cuidados@ al momento de interactuar con personas de culturas distintas.
Por ejemplo: mientras que el signo “OK” hecho juntando el dedo pulgar con el índice de la mano, suele transmitir un mensaje positivo en los países de habla inglesa y en la mayoría de países hispanohablantes, se considera ofensivo en algunos países tales como: Alemania, Rusia y Brasil. Por eso es importante tener cuidado con el uso de los gestos para evitar interpretaciones erróneas.
Así también, algunos gestos que realizamos inconscientemente revelan nuestro estado mental.
Por ejemplo: la ira, el miedo y el nerviosismo se revelan a menudo mediante el movimiento de las piernas, el retorcer el botón de la camisa o rascarse constantemente alguna parte del rostro, entre otros innumerables gestos adquiridos inconscientemente.
Cuando estos se exageran o se hacen demasiado a menudo y de forma constante y repetitiva, pueden resultar un distractor o sentirse como forzados.
TRES. El movimiento y la postura corporal.

En este punto te invito a pensar en cómo tu percepción de las personas se ve afectada por la forma en la que se sientan, caminan, están de pie o sostienen la cabeza.
La forma en que te mueves y te transportas comunica una gran cantidad de información al mundo. Este tipo de comunicación no verbal incluye la postura, el porte, la posición y los movimientos sutiles que realizas.
La postura corporal, el porte o la posición del cuerpo son estados más o menos estables, y por lo tanto, no deben confundirse con los gestos corporales, que son movimientos.
La postura corporal puede ser característica y asumida para un propósito especial o puede corresponder a las expectativas normales en el contexto de una situación concreta. Evidentemente, se puede estar acostado, sentado o de pie.
Normalmente, estos no son los elementos de la postura que transmiten mensajes.
Sin embargo, cuando el orador está encorvado o erguido, con las piernas cruzadas o los brazos cruzados, estas posturas transmiten un grado de tensión o de relajación. Estos a su vez, también pueden transmitir mensajes simbólicos sobre la actitud o la intención del orador con respecto al mensaje.
Es conveniente adoptar una postura flexible, abierta y erguida en lugar de una postura rígida o encorvada. Los hombros caídos y el hundimiento en el asiento pueden revelar un estado emocional depresivo o una falta de interés.
El movimiento de la cabeza desempeña un papel importante en la comunicación oral. Aunque nadie espera que esta se mueva continuamente, los movimientos adecuados y oportunos de aprobación, desaprobación o énfasis aportan en gran medida a la fluidez de la comunicación.
Y ¿Cómo leer el lenguaje corporal?

Para empezar a volverte más consciente sobre los mensajes del lenguaje corporal te quiero proponer un breve y sencillo ejercicio que puedes hacer a diario y tres (3) recomendaciones para llevar a la acción en tu vida cotidiana.
El ejercicio de práctica, es simplemente mirar tu programa favorito, un talkshow, las noticias, o cualquier video interesante que tenga personas incluidas, sin el sonido.
Trata de proporcionar tu propia narración sobre lo que sucede, las emociones que se expresan basándote en lo que ves, y luego, si te es posible, vuelve a ver la misma situación con sonido, o si no lo puedes hacer, mira una parte en silencio y luego sube el volumen para enterarte si fue acertada tu interpretación.
Ya verás que será divertido y descubrirás cosas muy interesantes sobre tus habilidades.
Y las tres (3) recomendaciones:
UNO. Presta atención a las incoherencias, recuerda que la comunicación no verbal debe reforzar el discurso de quien habla.
¿La persona dice una cosa, pero su lenguaje corporal transmite otra?
Por ejemplo: ¿te dice que todo está “muy bien” en su vida, pero su rostro refleja incomodidad y profunda tristeza?
Tómalo en cuenta.
DOS. Observa las señales de comunicación no verbal en conjunto. No te fijes demasiado en un solo gesto o señal. Considera todas las señales que recibes, desde el contacto visual hasta el tono de voz y el lenguaje corporal.
En conjunto, ¿son sus señales no verbales coherentes, o incoherentes, con lo que dicen sus palabras?
TRES. Confía en tu instinto. No descartes a tu intuición. Si tienes la sensación de que alguien no está siendo honesto o de que algo no cuadra, puede que estés detectando un desajuste entre las señales verbales y no verbales.
Tu capacidad para entender e interpretar el lenguaje corporal puede ayudarte a detectar problemas no expresados o sentimientos negativos en los demás.
Y también puedes utilizar el lenguaje corporal para añadir fuerza a tus mensajes verbales y generar un contexto favorable para tus conversaciones.
Ten en cuenta que…
Tu propio lenguaje corporal revela la verdad sobre tus sentimientos y significados a los demás.
Y también te dice a ti mucho sobre sus sentimientos y significados.
Es por eso que el lenguaje corporal es tanto o más importante que la palabra cuando se hace coaching, siento que volvernos conscientes del lenguaje del cuerpo potenciará nuestra capacidad de acompañar efectivamente de manera exponencial.
Nota importante: Nunca des nada por sentado en este campo, recuerda que todo depende del contexto, la cultura, los aprendizajes e incluso algunas condiciones de salud personales. Sé curios@ y pregunta, no existe una verdad absoluta.
Espero que hayas disfrutado de esta primera aproximación al tema. Pon en práctica el ejercicio y las recomendaciones, estoy segura de que te serán de utilidad.
Comparte tu experiencia en los comentarios y construyamos aprendizajes junt@s.
Siempre es un placer leerte.

Autora:
Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)
Coach ontológico y escritora
Fundadora de El Refugio del Artista
Redactora en Axon Training
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