Camino a ser

Un recorrido de transformación, partiendo de mi versión inconsciente a una de consciencia y enfoque

A través de mi transitar entendí que, atrapada en circunstancias limitantes y dolorosas, en aquellas donde la vida pareciera no favorecer es donde más podía crecer. Más allá de estremecer y llorar, los obstáculos permiten expandir nuestra mente y hallar soluciones a los problemas que nos aquejan. Para que esto suceda es necesario llegar a ese punto de inflexión, donde no se desea volver a los viejos hábitos.

Paulatina y progresivamente, comencé a fijar objetivos, tener planes y metas. Hoy estoy aquí, SIENDO parte de AXON Training. Sumergida en el estudio del coaching ontológico y la Programación Neurolingüística.

Para ello fue fundamental pactar con mi yo interno el cambio que deseo y necesito. Reconocer y tomar responsabilidad permite hacer algo con lo que está pasando. Citando a Austin Kleon quien nos regala un fragmento de su saber al decir que: “Tomar lo que está frente a vos y de todo el mundo, y hacer algo completamente nuevo de ello”. Yo creo mi realidad y creo en mi realidad, leí por ahí.

A mis 37 años, con 3 hijos de 15, 9 y 1 año y 8 meses comencé mi estudio de coach. Luego de entender y sentir que no soy lo que dicen que soy, vengo de una familia de técnicos, estudié y me recibí, hasta intenté iniciar una carrera de grado. Pero un buen día descubrí que lo mío resonaba en lo humanístico. Llevo 19 años de convivencia con mi esposo, mi compañero en este viaje; quien me apoya y acompaña en cada nuevo proyecto.

Acompañar a la crianza de mis hijos hizo que pueda descubrir parte importante de mi SER. Aceptando como soy, fui estudiando cocina, luego me incliné por la alimentación saludable, el yoga, el deporte, las mañanas, la huerta y jardinería. Lejos fue quedando la estructuración de una mujer que no era. “La práctica hace al maestro”, es lo que repito, sobre todo cuando las cosas no salen como espero.

Luego incurrí en el patinaje en línea, de velocidad, que me dejó una práctica matutina de trote, recreativo pero renovador. Cultivando amistades que siempre que me reúno me nutren, retroalimentándonos de información.

Escuchando a mi voz interna me conduje a iniciar talleres de teatro, sin darme cuenta fueron mostrándome mis adentros, los que en sesiones de psicoanálisis no fui capaz de explorar. Sacando a la luz en diferentes improvisaciones el inconsciente. Y a través de las prácticas teatrales también los pude trabajar, reparar y volver a usar. Hablo de esos hábitos o de ese círculo vicioso de malas costumbres que muestran las miserias humanas.

Encontrar mi SER, explorarlo y acompañarlo fue mi desafío. ¿Quién soy?, ¿Qué quiero?, ¿Cómo? El autoconocimiento, sola y en silencio, haciendo preguntas y dando respuesta. Esto es el coaching.

Comenzando a dedicar unos minutos a observar, los pensamientos y sonidos a mi alrededor. Registrando ¿Quién estoy siendo? El destino fue contestando. Les regalo una imagen que tome camino a mi casa, me gustaría leer sus comentarios, ¿A qué reflexión te invita la imagen? ¿Qué ves además de la copa de dos árboles en un buen día de septiembre?

Los talentos potenciales se convierten en aptitudes reales. Aprovechando la vida, que nos pasa.

Y me despido con Humberto Maturana: “Siempre tenemos la posibilidad de darnos cuenta de lo que hacemos. El cómo somos es siempre el presente de nuestra historia. Más aún las cosas no pasan sin que tengan que ver con nosotros. Contribuiremos a que sea otra cosa, si queremos que sea otra cosa”.

Autora:

Unchala Natalia Carolina

Mujer, esposa y madre.

Estudiante en el primer mes de la primera etapa de Coaching Ontológico, clase 98.