¿Quieres profundizar en la distinción de coherencia y mejorar tu práctica de coaching al mismo tiempo?
En este artículo encontrarás una breve, pero nutrida aproximación a este concepto y dos (2) efectivos ejercicios que te ayudarán a ser más congruente no solo en tu práctica profesional, sino en la vida misma.
Con frecuencia como coaches y más aún si eres coach ontológico, estoy segura de que tendrás más que clara la relación entre el lenguaje, el cuerpo y la emoción.
Cuando estos tres elementos se encuentran alineados de seguro hablaremos de que existe una coherencia o congruencia en la persona que tenemos en frente y en su discurso o accionar.
Sin embargo, aunque tenemos esto muy presente a la hora de observar a nuestro coachee o cliente, pocas veces lo aplicamos en nuestra persona.
Es por ese motivo que hoy quiero invitarte a indagar más a fondo el concepto de coherencia y cómo esta es vital a la hora de acompañar a tu cliente.
Primero, es importante reconocer el poder de la comunicación.
Somos de comunicarnos todo el tiempo, lo hacemos hacia afuera y hacia adentro. Lo que sentimos, pensamos, decimos y hacemos comunica y produce resultados, ya sean esperados, inesperados, deseados o indeseables.
Así que, la coherencia (o congruencia, como muchos la conocen) debe empezar por dentro. Lo que comunicas hacia afuera generalmente es un reflejo de cómo te sientes por dentro y de las cosas que te dices, por lo tanto la coherencia en tu comunicación llegará cuando todos los canales transmitan el mismo mensaje, cuando lo que piensas, sientes y dices se corresponde con lo que muestras.

Entonces, ¿qué es en definitiva la coherencia?
¿Quieres conocer a una persona coherente?
¡Genial!
Acércate a un niño pequeño que aún no haya sido “domesticado” por la educación tradicional o la cultura, fíjate que cuando quiere algo, lo quiere con todo su ser, observa como la expresión de su rostro, su lenguaje corporal, sus movimientos, su respiración y hasta su tono de voz están alineados con la emoción y el pensamiento que lo habitan.
No importa que esté hablando de su superhéroe favorito o esté haciendo una rabieta de película, es congruente y está comprometido con su objetivo de pies a cabeza.
Ciertamente, nuestras expresiones se irán moderando con el tiempo para lograr una convivencia armónica con las otras personas.
Sin embargo, no podemos perder de vista que, para que exista una coherencia en nuestro actuar, debemos lograr que todos los ámbitos de nuestro ser trabajen juntos y en armonía hacia un mismo objetivo; que nuestras creencias, valores e intereses actúen conjuntamente y nos faciliten el alcance de nuestras metas.
Por lo tanto, podemos decir que vivimos en coherencia cuando asumimos un compromiso consciente e inconsciente con un objetivo o comportamiento determinado y actuamos en consecuencia.
Existe una expresión anglosajona que resume la coherencia en tres palabras: Walk the talk (predica con el ejemplo/práctica lo que predicas).
Hasta aquí, ¿cómo vamos?
Espero que vayas haciéndote una idea más clara de la importancia de ser coherente.
Ahora, ¿qué es eso de compromiso consciente e inconsciente?
Bueno…
Para hacerlo más sencillo de explicar te voy a compartir un ejemplo.
Imagina que estás tratando de iniciar una rutina de alimentación saludable para mejorar tu calidad de vida y alcanzar tu peso ideal.
Todo suena genial, ¿verdad?
Con esta idea en mente y seguro de que es lo mejor para ti, asumes conscientemente el compromiso personal de empezar de inmediato e incluso te haces de todas las estrategias más eficaces del mercado para alcanzar el objetivo.
Sin embargo, aunque aplicas estas estrategias y las cumples “en la medida de lo posible”, alcanzas resultados mínimos o ninguno, te resulta muy difícil avanzar y definitivamente terminas cayendo en tus viejas prácticas y fracasando en el intento.
La frustración llega a tu puerta y no terminas de entender qué es lo que pasa contigo.
Aunque no lo creas, la respuesta podría estar en un compromiso inconsciente que te está impidiendo vivir en coherencia con ese sueño tan anhelado (conscientemente).
A qué me refiero…
Es muy probable que aunque tengas clara la importancia de llevar un estilo de alimentación saludable para mejorar tu calidad de vida, tengas emociones encontradas al respecto, causadas por creencias inconscientes de las que a primera vista no tienes registro.
Y que al indagar más a fondo te encuentres, por ejemplo, con la creencia de que llevar un estilo de vida saludable es difícil, sacrificado y que además te impedirá disfrutar de la vida.
¿Te das cuenta?
Ser coherentes en nuestras acciones implica una coherencia interna profunda, que va a requerir de nosotros ir más allá de lo que se ve, siente o piensa en la superficie.

¿Y esto, cómo se relaciona con mi práctica de coaching?
Se relaciona de todas las maneras posibles.
Es indispensable que lleguemos al encuentro con el otro en un estado de armonía que nos permita acompañar genuina y efectivamente el proceso del cliente.
Cuando el mensaje que transmitimos con las palabras no se corresponde a lo que estamos expresando con nuestros gestos, nuestro cuerpo, nuestra energía o nuestro tono de voz, además de enviar un mensaje confuso a nuestro interlocutor, seguramente nos será muy difícil establecer el espacio de confianza y acogida, tan necesario para el proceso.
Imagina que llegas a casa y tu pareja (o con quien vivas) te recibe con una cara larga y una actitud distante.
“¿Te pasa algo malo?” —le preguntas con cautela—.
“¡No me pasa nada!” —responde en un tono algo agresivo y sigue con sus cosas—.
Insistes en la pregunta por varias veces, la actitud continúa y tú decides guardar silencio, tomar distancia y esperar a que la persona resuelva aproximarse cuando esté dispuesta a dialogar.
Lo mismo le puede pasar a tu coachee, si al llegar a la sesión, sea esta virtual o presencial, siente que tu mensaje verbal no es coherente con el resto de tus canales de comunicación.
Es por eso, por lo que es vital que te prepares y generes un espacio personal de coherencia contigo antes de recibir a otra persona en él y mucho más si pretendes acompañarle en su proceso personal de manera comprometida y efectiva.
Para facilitarte el camino hacia la coherencia interna, a continuación te comparto y te invito a practicar estos dos (2) efectivos y sencillos ejercicios.
EJERCICIO 1. Descubriendo mi estado interno.
Este ejercicio propuesto por Lidia Muradep en su libro: “Coaching para la transformación personal”, tiene como objetivo ayudarte a tomar conciencia sobre aspectos relacionados con un desafío particular, que no has notado a simple vista.
Primero. Elige una situación conflictiva con la que quieras trabajar.
Segundo. Ubica una silla en el espacio, que para efectos del ejercicio te representará a ti.
Tercero. Siéntate en la silla y conecta con el desafío. Analiza lo que te sucede, ¿qué sientes?, ¿cómo está tu cuerpo?, ¿cuál es tu conversación interna?
Cuarto. Ponte de pie imaginando que te has quedado sentado en la silla. Mírate a ti mismo y pregunta: ¿qué me está ocurriendo?, ¿qué siento?, ¿qué pienso?, indaga.
Quinto. Mientras continúas observando, acércate, aléjate, camina lentamente alrededor de la silla, mírate desde varios ángulos.
Estos movimientos en el espacio, según lo explica la autora, dispararán diferentes percepciones y te permitirán darte cuenta de aspectos, recursos y acciones posibles que hasta el momento no habías considerado.
Sexto. Una vez que hayas concluido con tu exploración, acércate a ti mismo por la parte de atrás de la silla, y coloca tus manos en tus hombros, toca tu cabeza y tu espalda, como dándote alivio, agradécete por los hallazgos.
Séptimo. Ocupa nuevamente la silla como si te fusionaras con esa otra versión de ti, recibe la gratitud que te has dado y relaja el cuerpo antes de levantarte.
Octavo. Registra tu experiencia en tu bitácora personal o de coach. Deja fluir la información que hayas obtenido de este ejercicio.
Nota importante. Entrégate al ejercicio sin importar lo extraño que te pueda resultar, sigue los pasos y verás que te aportará claridad.
EJERCICIO 2. Respiración del corazón.

Este ejercicio, aunque a simple vista sencillo, tiene detrás un amplio bagaje científico.
El doctor Andrew Armour (neuro cardiólogo) y otro grupo de científicos del Instituto HeartMath se dieron cuenta de que el corazón interactúa con el cerebro y con todo el cuerpo como una parte activa del sistema nervioso.
Tanta es su influencia, que podría decirse que este envía más información al cerebro, de lo que el cerebro lo hace hacia el corazón; y no contento con ello influye incluso en nuestra capacidad de tomar decisiones.
A partir de este descubrimiento, el equipo de investigadores de HeartMath creó un ejercicio de coherencia psicofisiológica que llamamos coloquialmente la respiración del corazón, cuyo objetivo es el de combinar concentración, presencia y relajación profunda para lograr sincronizar corazón, mente y cuerpo.
Aquí va el ejercicio:
PASO UNO. Colócate en una posición cómoda.
PASO DOS. Enfoca tu atención en la respiración. Procura que esta sea completa, lenta y relajada. Mantén un ritmo constante para inhalar y exhalar.
PASO TRES. Ten la sincera intención de experimentar un sentimiento renovador como agradecimiento o amor. Para ayudarte, evoca lo que sientes por un ser querido (persona, animal, planta), un recuerdo de un logro disfrutado, un viaje inolvidable, cualquier cosa que te permita conectar con una sensación de calma y plenitud.
PASO CUATRO. Continúa respirando. Y mientras respiras… Al inhalar dirige tu atención al corazón y aviva la memoria que elegiste, llénate de esa energía. Y al exhalar, fija tu atención en el plexo solar (debajo del esternón) poniendo tu intención en compartir esta energía con los demás.
Dedícale al menos un minuto a esta práctica, antes de iniciar una sesión, cuando te sientas abrumado por una emoción, sobrepasado por el estrés o simplemente quieras conectar con la calma y la armonía interior y entrar en coherencia contigo mismo.
Listo, vamos a la acción.
Estoy segura de que estos ejercicios llevados a la acción harán maravillas no solo en tu práctica profesional, sino en todos los ámbitos de tu vida.
¡Disfrútalos!
Te agradezco infinitamente por leerme y te invito a comentar tu experiencia.
Siempre es un honor leerte.
Autora:
Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)
Coach ontológico y escritora.
Fundadora de El Refugio del Artista.
Redactora en Axon Training.

Maravilloso!! Gracias por compartir, es magnífico poder encontrar herramientas tan útiles e importantes para ir creando nuestra nueva versión…… consciente con propósitos y a propósitos…. Y sobretodo que perdures
¡Hola Roxeliz!
Muchas gracias por dedicar parte de su tiempo para escribirnos este comentario tan esmerado. Es muy grato leerle y saber que nuestro contenido es provechoso para ti.
¡Gracias Roxeliz!
Es edificante y alentador saber que el contenido te ha sido de utilidad. Recuerda poner los ejercicios en práctica y hacerlos parte de tu vida, te aseguro que serán grandes compañeros en tu camino de transformación personal.
Un abrazo.
me sale ; guau….he leído mucho y es la primera ves que aprendo un ejercicio y del compromiso; mi búsqueda es de hace mucho y lo agradezco mucho ; gracias.
¡Hola Laura!
Gracias por leer nuestra nota y tomarte el tiempo de dejarnos un comentario. Nos alegra saber que nuestro articulo te haya dejado una enseñanza. Te invitamos a que sigas explorando nuestro blog.
Hola Laura.
¡Gracias por ese guau! Me llena el corazón saber que has encontrado en este breve texto nuevas distinciones y posibles estrategias para fortalecer tu camino de autoconocimiento y aprendizaje. Me alegra mucho saber que estás comprometida con ir al encuentro de nuevas posibilidades.
Gracias por leerme y un fuerte abrazo.
Haciendo lectura y práctica de estos ejercicios HOY pude agradecerle a una emoción recurrente en mí y la misma duró sólo 1 hora y no todo el día como antes. Mil gracias.
La coherencia solamente se consigue escuchando y siendo escuchado.
La respiración consciente aclara las ideas.
Las mascotas son la mejor compañía, no juzgan, te miran con sinceridad y te acompañan
La confianza es la base de cualquier relación
Todo entra por los ojos, pero la cautela y esperar son básicos
El amor es la fuente y está en el corazón
El cielo es el límite!!!