Responsabilidad con nosotros mismos:
La culpa se refiere al espacio emocional que predispone a indicarnos que estamos traicionando a uno de nuestros principios o valores.
Por ejemplo cuando digo:
- Hace tiempo que no llamo a mi padre.
- Llegué tarde porque se demoró el colectivo.
Entran en juego estos valores:
- Soy mal hijo.
- Soy irresponsable.
En base a estos ejemplos entramos en el territorio de la culpa y esta nos predispone al auto-castigo, la soledad, a no poder perdonarme.
La culpa siempre afecta nuestra identidad privada.
La culpa acompaña la experiencia de hacer algo malo, surge cuando nos damos cuenta que hemos perjudicado a alguien.
Ahora definamos la responsabilidad:
Es el factor que nos hará dueños de nuestros actos para hacer y deshacer la culpa.
Autor:
Flavio Padron
Estudiante de la Carrera de Coaching Ontológico en Axon Training
Como dice Levy, es clave detectar y trabajar sobre el culpador interno.