Autora: Marina Quiroga, Coach ontológica
Cuando jugamos en muchos aspectos nos desconecta y nos ayuda a pasar el tiempo y a conectar con el otro, a relacionarnos con nuestros amigos, familiares, hijos, etc.
En estos momentos donde estamos en una situación que debemos aislarnos y quedarnos en casa, nos surge la pregunta ¿cómo podemos jugar sino es con las personas que convivimos?
¿Qué pasa si estamos solos?

Por suerte la tecnología nos une a través de varias plataformas, como WhatsApp, Facebook, Skype, Zoom, donde nos invita a jugar con otros, por lo cual la distancia no es tal, sino que depende siempre de nosotros.
Cuando logramos traspasar las barreras y lograr desconectarnos por un momento con esos pensamientos o emociones que a veces nos atrapan, ponernos a jugar es una posibilidad que nos abre una puerta a cambiar de perspectiva, nos llena de alegría, de euforia, nos permite el sí se puede.
¿Que nos hace falta?
Escucharnos, no solo a nosotros sino también a los demás, registrar que nos decimos cuando nos hablamos a nosotros mismos, que nos dice el cuerpo. Escucharlo cuando necesita un escape, un respiro para poder oxigenarnos y volver hacer frente a estos momentos.
¿Cómo nos podemos escuchar?
La escucha debe ser libre de juicios. Siempre que se pueda, debemos escuchar desde la curiosidad. Por eso, es importante ya que nuestros juicios serán diferentes. Nos abrimos a posibilidades de escuchar nuevas cosas y es allí donde estamos haciendo una verdadera escucha activa.
¿Qué es “escuchar activamente”?
La escucha activa se define como la acción de poner atención al lenguaje verbal, al no verbal (corporal) y a las emociones propias y también de otras personas, todo ello sin juzgar y desde la empatía.
La escucha es fundamental en las relaciones humanas. Sin escucha no hay comunicación.
Así pues, mediante el juego interactuamos con estos elementos, con los demás y con nosotros mismos, recreando de manera segura situaciones de la vida real, presentes o futuras, que nos permiten conocer nuestras propias capacidades. Todo esto sucede gracias a un ingrediente esencial, el dominio de las metarrepresentaciones, o lo que es lo mismo, la capacidad de imaginar. Así pues, mediante el juego (simbólico) creamos un espacio mental en el cual los objetos pueden ser transformados en representaciones que llevan sólo una tenue conexión con su forma original. Desde el Coaching Ontológico en Axon, la invitación es que podamos descubrirnos, que nos conozcamos desde nuestro interior y podamos realizar esa transformación. Poder gestionar nuestras emociones y que nos enriquezca cada vez más para ir creciendo como seres humanos.

Me encantó el artículo de Marina Quiroga. Sin escucha no hay comunicación… Nuestra escucha activa y libre de prejuicios, nos lleva a imaginar, a crear vínculos y que nos ayuda a seguir creciendo como seres humanos.
Gracias por tu comentario, sigue aprendiendo con Axon Training.
Este es el problema mio, no se escuchar o escucho haciendo juicios y no juego he creído, que solo los niños y jóvenes pueden hacerlo.
¡A divertirse entonces!