Descubriendo el rumbo de la vida

La Importancia de tener un propósito

¿Te preguntaste alguna vez hacia dónde te dirigís en la vida?

Identificar tu propósito es como tener un mapa que te guía en el viaje de tu existencia. En el mundo del Coaching Ontológico, entender y abrazar tu propósito es clave para el desarrollo personal y profesional.

Imaginá tu propósito como el norte en tu brújula interna. Te da dirección, un sentido de significado. Sin un propósito claro, nos perdemos en la vorágine de la vida, flotando sin rumbo. Al identificarlo, conectamos con nuestras pasiones y valores, proporcionándonos una base sólida para construir nuestro camino.

La vida es como un baile en constante cambio, y nuestro propósito no es una excepción. A medida que avanzamos, experimentamos nuevas circunstancias, deseos y momentos. Lo que nos impulsaba ayer podría no ser relevante hoy. El Coaching Ontológico nos invita a ser flexibles, permitiéndonos ajustar nuestro propósito conforme evolucionamos.

Descubrir tu propósito no es un destino, es un viaje. En el coaching, se valora el proceso de autodescubrimiento. A lo largo de la vida, tu propósito puede tomar diferentes formas, adaptándose a tus cambios internos y externos. Se trata de crecer con vos misma/o, abrazando la transformación.

En el ámbito profesional, tener un propósito no solo te impulsa a alcanzar metas, sino que también influye en la calidad de tu trabajo. Al alinear tu carrera con tu propósito, cada tarea se convierte en una oportunidad para crecer y contribuir de manera significativa.

Descubrir tu propósito no es solo una tarea, es un compromiso con vos mismo. Integrar la belleza consciente y cultivar una sólida autoestima son pasos fundamentales en este viaje. En la danza de la evolución personal y profesional, tu propósito se convierte en el faro que ilumina el camino, guiándote hacia una vida plena y significativa. Ser coherentes es la base fundamental, y aquí entra en juego nuestra autoestima.

¿Chequeamos cómo andamos de autoestima?

• ¿Te has mirado al espejo hoy y sonreído? Empezá por ahí. Aceptá cada parte de vos, abrazá tus peculiaridades. Celebrá tus logros, grandes o pequeños. Cuando te amás a vos mismo/a, la autoestima florece. Practicar la aceptación y amor propio nos acerca a donde queremos ir.
• Fuera de la zona de confort es donde ocurre la magia. Establecé metas alcanzables, pero que te desafíen. Con cada pequeño logro, tu confianza crece. Transformá los desafíos en oportunidades de crecimiento. ¡¡Desafiate!! Y crecé un poquito cada día.
• El autocuidado no es un lujo, es una necesidad. Comé bien, hacé ejercicio, descansá lo suficiente. Rodeate de personas positivas. Cuando cuidás tu bienestar, le estás diciendo a tu autoestima que merecés ser tratado con amor y respeto.

Recordá que la autoestima no es un destino, es un viaje que te acerca a construir, diseñar y lograr tu propósito.

Autora:

Marcela Nadaya

Estudiante de la Carrera de Coaching Ontológico en Axon Training