Vida simple es tener tiempo para lo esencial. La vida no tiene por qué ser complicada, la mente es compleja pero la vida es simple.
El minimalismo es una filosofía y práctica de vida que no busca acumular, ni perseguir cosas sin sentido. Sino que propone vaciarse, desapegarse de los innecesario, accesorio y superfluo. Para darle tiempo y espacio a lo que realmente importa, vale la pena y nos trae verdadera felicidad y plenitud.
A veces, es mejor dejar fluir y no ser demasiado persistente. Por ejemplo: cuando es tiempo de soltar apegos al pasado o al negativo.
La vida es como una bolsa, a veces cuantas más cosas se tiene más pesado se va. En cambio, si uno no se apega a lo material, al pasado o a lo toxico, podrá sentirse más liviano y avanzar sin dificultad por el camino.
Por eso quiero compartirte, tres simples pasos para no complicarse demasiado la vida y disfrutarla sin rollos:
1. Opta por otro camino, si el actual se cierra

Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana; la vida siempre nos presenta nuevas oportunidades. Sin ser obstinados, ni apegarse demasiado se puede saber, ver y aprovechar de las nuevas oportunidades que la vida nos ofrece.
Es mejor ser flexible y saber adaptarse como el agua, por eso, este elemento representa a la virtud de la humildad y la sabiduría. Lo blando tiene vitalidad, en cambio, lo inerte y rígido no tiene vida.
Dejar de ser demasiado insistente y cabeza dura, es un signo de madurez.
La vida presenta contratiempos y pruebas; pero hay que atravesarlas con calma y no perder tiempo enredado, ni irritado por todo aquello que no se dio. También el que sabe comprender otros puntos de vista, se lleva mejor con la gente y cultiva buenos vínculos.
En este viaje siempre hay nuevas pruebas y desafíos, así es la aventura de la vida. Es fundamental adaptarse, fluir y cambiar para ser más fuerte y saludable en estos tiempos. El mundo no tiene puerta de salida, ni tampoco podemos bajarnos de el cuándo las cosas se ponen duras o difíciles.
Una gran sabio dijo: aceptando todo con corazón agradecido se disipan las dudas de toda la vida.
2. Para tener un corazón contento hay que saber apreciar y agradecer

Disfrutar y apreciar de las cosas simples de la vida, es una cualidad muy beneficiosa y saludable. Estar atento a los pequeños detalles de amor que marcan la diferencia, mejora sin duda los vínculos interpersonales.
Esos pequeños gestos cotidianos que hablan por sí solos y significan tanto en el día a día, porque nos hace sentir más felices, plenos y satisfechos con la vida. Son pequeños gestos y detalles que cuestan muy poco, pero que significan mucho y no tienen precio.
Cuando te encuentres triste, estancado o en una callejón sin salida, también está la opción de calmarse y mirar las cosas desde otro ángulo. Siempre hay varias opciones y perspectivas de ver las cosas buenas suceden.
Y si tomamos el camino optimista de cada asunto, podemos sacar una lección valiosa para aprender y mejorar. Así y todo puede volverse alegre de repente, otras veces hay tareas engorrosas. Pero si uno aprende a mirar con otros ojos, a hacer un giro de pensamiento y actitud, podrá evaluar la situación de otro modo para que las cosas cambien.
Aprendiendo a apreciar cada cosa de la vida, viviremos más felices.
La gratitud sin duda atrae la abundancia y felicidad en la vida. La felicidad no depende de cuánto se tiene, sino de cuanto y de cómo se aprecian las cosas simples y cotidianas de todos los días.
En este mundo es imposible estar satisfecho con todo, a menudo habrá cosas que nos decepcionen o nos resultan insatisfactorias, pero si mantenemos un buen estado de animo a pensar de todo, no podrán afectarnos demasiado ni por mucho tiempo.
La vida solo dura unos decenios de años, por eso hay que aprender a vivir con felicidad todos los días y disfrutar. Aprovechando el tiempo en esta tierra para tener buenos gestos y actitudes con uno mismo y con el prójimo. Así cultivaremos un mejor destino y humanidad para todos.
3. Todo cambia
El tiempo pasa, el mundo cambia, los años vuelan, las personas crecen y evolucionan.
Algunas personas nos acompañan toda las vida, otros menos tiempo, según la afinidad y destino. Podemos apreciar a cada persona en nuestra vida, agradeciéndoles y dejando de aferrarnos al dolor o al pasado.
Aprender a perdonar, soltar lo amargo y liberase de viejos resentimientos, esto puede ayudarnos a vivir más livianos, sin mochilas pesadas. Cuando las cosas no van como queremos debemos aprender a reflexionar, para encontrar la raíz del problema y seguir avanzando en paz.
En situaciones de crisis uno no puede quedarse quieto, hay que seguir en movimiento y en actividad para encontrar un nuevo rumbo positivo.
La vida es un movimiento. No hay que estancarse, sino ir siempre hacia adelante.
Un sabio filosofo dijo una vez: no temo que mi vida termine, temo que nunca haya comenzado. El cielo recompensa a los valientes.
Es cierto que el mundo actual presenta muchas incertidumbres y cambios vertiginosos. Pero si sabemos adaptarnos y ser flexibles, si incentivamos la capacidad de aprendizaje todos los días y si dejamos el miedo atrás para reemplazarlo por emociones positivas, el cambio será mejor.
Todo pasa para el bien de las personas que aman de verdad y con sinceridad. Si hay luz y bondad en cada detalle, en cada intención, en cada gesto, se obtendrá lo más valioso y simple de la vida que nos ayudará a vivir más felices y livianos.
Autora:
Sofía María Serrano
Coach Ontológico

Hermoso informe. Simple preciso y claro.
Muchas gracias
Gracias, Gloria! Bendiciones
Así de sencillo… Ante lo mas difícil, busca una salida… Sé agradecido… Todo pasa y vuelve calma
Gracias Sofia
¡Hola Carolina!
Es es la actitud correcta, gracias por dejarnos tu comentario.
Gracias, Caro! Adelante