Todos nos queremos relacionar de manera afectiva y empática. Todos nos queremos relacionar desde la posibilidad de conocer personas, crear vínculos más sanos que impacten de manera positiva tanto en la calidad de vida como en el bienestar personal.

Sin embargo, ese deseo de crear vínculos más sanos pasa por encontrarnos con nosotros mismos. Es decir, cuestionarnos. Y desde nuestro interior tomar consciencia para reconocer nuestra historia, para aceptarnos y tener la voluntad de mejorar esa versión de nosotros mismos cada día. Lo que ofrecemos en una relación es precisamente eso que nos hace sentirnos bien. Es el espacio de armonía, respeto y coherencia propia que nos va a permitir conectar mejor con los demás y generar un bienestar que va más mucho más allá de lo personal.
Como conectar con uno mismo para conectar con los demás implica una dimensión de valores (respeto, confianza, compromiso) y emociones (alegría, ilusión, esperanza). Las emociones juegan un papel fundamental, porque a través de ellas identificamos y valoramos cómo se siente cuando damos y también cuando recibimos.
Somos libres y capaces de elegir la manera como nos relacionamos. Desde el coaching acompañamos callando nuestras conversaciones internas, evitando los juicios y escuchando activamente lo que la otra persona dice. La capacidad de generar o elevar el nivel de nuestras relaciones nos abre un mundo de posibilidades para lograr todo lo que queremos que pase.
¿Cómo tenemos que ser para tener buenas relaciones con los demás?
El desarrollo de las competencias emocionales será un desafío para afrontar mejores relaciones y promover un espacio de mayor aceptación, respeto y buen trato.

En toda relación debemos ser capaces de entender las emociones y sentimientos de la otra persona. Es decir, manejar las emociones desde la propia experiencia y en la interacción con los demás. También, en toda relación, los conflictos, desacuerdos o diferencias resultan algo inevitable. En en estos casos la idea es encontrar espacios seguros, espacios de respeto (con límites) donde lo que se busca inicialmente es reconocer que todos tenemos diferentes miradas y diferentes formas de reaccionar ante una situación determinada.
Comunicarnos de manera asertiva también es importante en la forma como nos relacionamos. Ser asertivo es actuar en el momento apropiado y de la manera apropiada. Así como ser empático nos hace reconocer que tenemos diferentes interpretaciones, ser asertivo nos ubica en ese balance entre las necesidades, deseos, emociones y derechos, tanto propios como ajenos.
Ahora bien, ¿Qué mensaje transmitimos en una relación?
Debemos ser claros y escucharnos: prestar atención a lo que decimos, como lo decimos y lo que las palabras callan, es decir, reconocer desde donde hablamos. Realizar un trabajo interior resulta ser la clave para identificar y hacernos cargo de nuestras decisiones y acciones. Todo esto pasa en la medida que nos sentimos bien con nosotros mismos. La forma como nos conversamos, si nos premiamos o nos castigamos, si vivimos el presente o nos sobre exigimos.

En ese camino de aprendizaje se va marcando el estilo y la energía propia que aportamos a nuestras relaciones. Queremos que nuestro aporte sea sostenido y que seamos capaces de ofrecer un acompañamiento valioso para el otro.
La invitación es a darte el permiso de reflexionar, de escribir lo que sientes, de ordenar los pensamientos y los sentimientos y, si así resulta apropiado, transmitir a la otra parte lo que piensas y sientes. La idea es actuar a favor de una relación sana que abra posibilidades. Que las pasiones, compromisos y acciones sirvan para conectar con los demás, en la medida que permiten generar valor y crecer.
Cuestiónate los vínculos que tienes
Entonces, resulta conveniente realizar un balance emocional y cuestionarse la calidad del vínculo que tenemos con las otras personas. Bien sea en las relaciones de pareja, amigos, grupo familiar o profesionales, para reflexionar acerca de:
¿Qué estoy dando?
¿Qué estoy recibiendo?
¿Cómo me siento?
¿Qué puedo hacer diferente?
¿Qué quiero que pase?
¿Qué valor me genera esta relación?
Toda relación es una oportunidad única para conocernos. La clave está en relacionarse desde el respeto, la comprensión y la inspiración y, con esa misma energía, crear y mantener excelentes relaciones para alcanzar la felicidad, la plenitud y el éxito.
“En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida”.
Karl Wilhelm Von Humboldt.
Martha Ahow – Coach Ontológica

Debemos crear relaciones acorde a valores y principios que nos permitan crecer en armonía. Excelente artículo, muy bien llevado para que cualquier persona pueda entenderlo. Felicitaciones Martha Show.
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¡Hola Paola!
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