En este artículo encontrarás una breve reseña sobre el concepto de la escalera de inferencias, su funcionamiento y cómo puedes utilizarla para tomar mejores y más acertadas decisiones.
Cada persona en este planeta es única.
¿Qué piensas de esta afirmación?
A lo mejor, podrías creer que por haber nacido en un mismo país o con un mismo color de piel, o por haber recibido la misma educación y habernos graduado de la misma universidad, podemos llegar a ser iguales.
Aunque esto es real en términos del valor que cada ser viviente tiene para nuestro ecosistema, todas y cada una de las personas de este planeta, aunque tengamos una gemela o gemelo idéntico, somos únicas e irrepetibles.
La situación es que nuestras experiencias modelan nuestros comportamientos, actitudes, pensamientos e incluso nuestro cuerpo físico, quién va tomando su propia forma y disposición corporal en función de lo que vivimos y aprendemos.
Por eso, hoy quiero hablarte de algo que tenemos en común y que puede marcar la forma como reaccionamos ante la vida y que, por supuesto, también podemos utilizar a nuestro favor a la hora de tomar decisiones y accionar.
¿Te animas a seguirme en el viaje?
¡Genial!
Para que puedas distinguir este concepto con claridad es importante que seas consciente de que todos los seres humanos tenemos nuestros propios modelos mentales.
¿Qué son los modelos mentales?
Los modelos mentales son, a breves rasgos, representaciones de la manera como vemos el mundo e interpretamos lo que sucede a nuestro alrededor.
Estos se forman en nuestra mente de manera paulatina, y están influidos tanto por la biología con la que hemos llegado a este mundo, como por las cosas que experimentamos, nuestra cultura, educación, entorno e incluso el idioma y las formas de comunicación a las que tenemos acceso.
A lo largo de los años vamos creando, por decirlo así, una biblioteca de experiencias categorizadas de acuerdo con diferentes criterios, como pueden ser: las emociones vividas, las creencias inculcadas y las acciones que se tomaron en el momento.
Los modelos mentales son diversos, como podrás darte cuenta, existen tantos, como existen personas en este planeta, sin embargo, podrás distinguir algunos en ti o en otras personas, si pones atención.
Por ejemplo:
Existen las personas con un mapa mental más bien enfocado en la aversión a la pérdida que en la expectativa de la ganancia. Es decir, les importa más lo que pueden perder, que el éxito de una cruzada.
Otras personas son incapaces de mirar los grises en una situación, todo es negro o blanco, bueno o malo.
¿Te das cuenta?
Es así que cada uno de nosotros hemos construido nuestros propios modelos mentales.
Entonces, como podrás imaginarte, nuestros modelos mentales son actores fundamentales a la hora de tomar decisiones y generar procesos de transformación en nuestras vidas.
Y es aquí en donde abordaremos el tema que nos ocupa: la escalera de inferencias.

¿Qué es la escalera de inferencias?
En la búsqueda para encontrar los elementos internos que fundamentan nuestra toma de decisiones, y cómo las personas formamos y sostenemos nuestros modelos mentales, el psicólogo organizacional Chris Argyris desarrolló el concepto de la escalera de inferencias.
Esta pretende, a través de sus peldaños, describir el proceso de pensamiento que atravesamos, usualmente de manera inconsciente, para llegar a una conclusión, decisión o acción.
Una inferencia no es más que el proceso interpretativo que nos lleva a deducir que algo es un hecho, teniendo en cuenta datos que poseemos del contexto.
Sin olvidar que esta conclusión tendrá la influencia de nuestras experiencias pasadas, aprendizajes, estado emocional, e incluso de nuestras creencias y valores.
¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que te han malinterpretado?
¿Te has preguntado por qué la otra persona ha tomado algo (que has dicho o hecho) y le ha dado un significado totalmente ajeno a lo que pretendías transmitir?
O, por otra parte, ¿alguna vez te han acusado de sacar conclusiones precipitadas o erróneas sobre lo que la otra persona quería transmitirte?
Esto suele suceder cuando subimos nuestra escalera de inferencias demasiado rápido (suele tomar segundos, incluso menos) y reaccionamos sin la consciencia de que está presente.
En resumen, la teoría de la escalera de inferencias se centra en nuestro proceso de pensamiento, nos ayuda a entender que poseemos modelos mentales diversos y nos muestra cómo tomamos decisiones.
La importancia de conocer este concepto es que, el tomar consciencia de su existencia puede ayudarnos, no solamente, a mejorar nuestra comunicación y capacidad de toma de decisiones, sino que nos recordará que los demás también tienen su propio proceso de razonamiento.
Listo. Hasta aquí espero que esté clarísimo.

Entonces, ¿cuáles son los peldaños de esta escalera?
Este modelo propone que nuestro proceso de análisis consta de 7 pasos (peldaños). Si imaginas que estás mirando la escalera de abajo hacia arriba, el orden sería el siguiente:
Peldaño 1. Observamos.
Este escalón nos habla de que miramos nuestras experiencias, observamos los datos objetivos y los hechos que nos rodean, sin hacer ningún tipo de juicio.
Es el momento en que las cosas suceden y nos encontramos recopilando datos de manera prácticamente neutral.
Peldaño 2. Seleccionamos la información.
Luego de que hemos estado observando la situación y recopilando los datos sobre el hecho en concreto, empieza la segunda fase.
Aquí nuestra mente filtra los datos que considera útiles.
La selección de los datos no es al azar, al contrario, solemos elegir aquellos que vayan acorde con nuestras creencias y experiencias previas, e ignorar los que no son compatibles.
Peldaño 3. Interpretamos.
En este tercer paso empezamos a agregarle significados a la realidad seleccionada. La miramos a través del lente de nuestras experiencias pasadas y le damos sentido desde nuestras subjetividades.
Peldaño 4. Hacemos suposiciones.
En esta etapa de la escalera, utilizamos nuestras experiencias previas, creencias y valores para construir supuestos, a menudo, sin considerar si son válidos o no.
Estas conjeturas podrían ignorar muchos hechos que son relevantes para la experiencia actual, pero irrelevantes para las creencias previas.
Es decir, que en este momento del proceso es muy posible que “nos hagamos de la vista gorda” sobre algunos detalles que prueban que esta situación es distinta a otras que ya vivimos.
Aquí suelen hacerse evidentes aquellas creencias que nos limitan, nuestros juicios de valor y prejuicios.

Peldaño 5. Sacamos conclusiones.
En este momento del proceso recogemos todas las deducciones (inferencias) que hemos hecho para generar un primer boceto de la decisión que tomaremos.
Se podría decir que en este punto, ya tenemos un veredicto y nos disponemos a tomar acción.
Peldaño 6. Adoptamos creencias.
Este es uno de los estadios en donde las emociones entran en juego de manera más evidente, hemos llegado a conclusiones y éstas conducirán a la consolidación o al reajuste de nuestras creencias con respecto a una situación en particular.
A menudo, nuestras antiguas creencias se verán reforzadas por las nuevas suposiciones y conclusiones, que, sin duda alguna, trasladaremos a situaciones futuras.
Lo que quiere decir que, frecuentemente, nos encontraremos viviendo en un círculo vicioso en el cual nuestras creencias influyen en la toma de decisiones, y luego esas decisiones refuerzan nuestras creencias.
Peldaño 7. Actuamos.
En este último escalón, llevamos a cabo acciones que consideramos correctas, sin embargo, todas estas acciones, actitudes y decisiones que ejecutamos se basan en nuestras creencias.
Por lo tanto, es muy posible que si no somos conscientes de este proceso, sigamos viviendo en un constante círculo de “malas decisiones” y “resultados no deseados”.
Y, ¿Cómo puedo utilizar la escalera de inferencias a mi favor?
Vamos a ello…
Ya has dado el primer paso, sabes que existe un proceso inconsciente que te lleva a reaccionar de una u otra forma en determinadas circunstancias, ahora, seguramente le pondrás más atención.
Entender tu propia escalera de inferencias y la de los demás te ayudará a evaluar la calidad de tus decisiones y acciones.
Entonces, ahora vamos con algunas sugerencias para que empieces a mejorar tu escalera de inferencias.
Peldaño 1. Observa (conscientemente).
Para empezar con “pie derecho” es importante que mientras observas te preguntes: ¿Cuáles son los hechos objetivos de esta situación?
Permanece consciente de que todos tenemos puntos ciegos y observa con cuidado, tratando de recabar todos los datos posibles, aunque no te parezcan relevantes.
Peldaño 2. Selecciona la información (con mente abierta).
En esta fase, podrías revisar los datos que recogiste de la situación en particular, y volver sobre tus pasos, buscando otros puntos de vista.
Pregúntate: ¿Cuál es la evidencia en la que me estoy enfocando? ¿Hay algo más que podría estar pasando?
Peldaño 3. Interpreta (sin empañar el presente).
Al momento de interpretar los hechos objetivos, pregúntate:
- ¿Hay alguna experiencia pasada que estoy asociando a esta situación?
- ¿He vivido antes algo similar que podría nublar mi juicio?
- ¿Cómo es esta situación diferente a las del pasado?
Peldaño 4. Haz suposiciones (cuestionando tus juicios).
Ahora que ya sabes que tus suposiciones podrían estar siendo empañadas por juicios, prejuicios y creencias, cuestiona todo.
- ¿Tus suposiciones están reforzando tus miedos e impidiendo tus avances?
- ¿Te causan conflictos e impiden el consenso?
- ¿Te hacen sentir impotente o atacada (atacado)?
Si las respuestas son afirmativas, es muy probable que estés actuando desde los dolores del pasado.
Peldaño 5. Saca conclusiones (revisando todos los datos).
Ahora que tienes un veredicto, analiza brevemente lo que has hecho para llegar a este punto, ¿hay algo más que deberías incluir?
Peldaño 6. Adopta creencias nuevas y liberadoras.
Siendo este uno de los puntos más críticos y sensibles, asegúrate de hacerte las preguntas correctas, detenerte a reflexionar, antes de hacer tuya una creencia que refuerce o alimente tus viejos juicios y todos esos pensamientos que te han impedido avanzar.
- ¿Cuáles son las creencias que estás reforzando cada vez que tomas este tipo de decisiones?
- ¿Las creencias que estás reforzando te causan bienestar? ¿O estás alimentando constantemente al lobo equivocado, a ese que te causa pesar?
- ¿Estás reforzando viejas creencias con lo que pretendes hacer o con tu reacción?
- ¿Qué nuevas y posibilitantes creencias podrías incorporar para mejorar la situación?
Peldaño 7. Reflexiona antes de actuar.
En este punto, evita a toda costa tomar decisiones o dar respuestas a situaciones en modo automático.
Es indispensable que practiques la comunicación asertiva y no violenta, que te des un tiempo prudente para el análisis y así logres tomar mejores decisiones y actúes con más sabiduría.
Por ejemplo, cuando de relaciones interpersonales se trata, procura parafrasear, escuchar para entender (no para refutar), hablar desde un lugar de responsabilidad, mirarte a ti y al otro con respeto y compasión.
Haz explícito tu sentir, expresa lo que crees que está sucediendo, clarifica y pide aclaraciones, evita saltar de inmediato a conclusiones.
Nota importante. La escalera de inferencias también te puede servir para evaluar una acción, reacción o decisión que salió mal, puedes hacer el viaje inverso por la escalera de inferencias y encontrar el peldaño que debes reforzar, fortalecer o desarrollar.
¿Ya detectaste el escalón en que pondrás más atención?
Seguro que sí. Así que sin más, ponte en acción.
Ha sido un gusto compartir contigo.
Me encantaría que te animes a comentar tu experiencia.
Siempre es genial leerte.
Autora:
Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)
Coach ontológica y escritora.
Fundadora de El Refugio del Artista.
Redactora en Axon Training.
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