¿Trabajas desde casa y te cuesta mantener la motivación, el enfoque y la productividad?
En este artículo te comparto seis sencillas y efectivas prácticas para que trabajar desde casa te resulte agradable y tus días se vuelvan más productivos.
Ya sea que estás trabajando desde casa por elección propia o porque las circunstancias lo han hecho inevitable, trabajar desde casa requiere de cultivar hábitos que lo hagan sencillo, entretenido y productivo.
Por mi parte, además de mantener un ritual de la mañana, hábito que también te invito a cultivar, he puesto en marcha algunos consejos y estrategias muy efectivas para mantener tu productividad laboral, sin descuidarte como persona.
Los seis hábitos que te invito a ejercitar a continuación de seguro te serán de mucha utilidad en tu día a día.
UNO. Crea un espacio de trabajo en casa.
Si quieres que trabajar desde casa resulte un éxito, es muy importante que diseñes un espacio agradable y funcional en donde te sientas a gusto y puedas pasar horas y horas tecleando en el computador, llamando, diseñando, o haciendo cualquier actividad laboral a la que te dediques.
El secreto es crear una atmósfera agradable que nos permita concentrarnos y avanzar a buen ritmo.
Algunas recomendaciones…
Elige un espacio luminoso para ubicar tu oficina, siempre que sea posible
Busca lugares en donde predomine la luz natural, esto te ayudará no solo a trabajar mejor, sino que será beneficioso, tanto para tu salud visual como para tu bolsillo, pues te ayudará a economizar energía eléctrica.
Si la luz natural no es una posibilidad o trabajas en horarios con poca luz, ocúpate de que las lámparas o focos de la habitación te provean de suficiente luz ambiental para que no tengas que forzar la vista.
Además, encuentra la manera de plasmar tu personalidad en el espacio, colocando objetos decorativos que te gusten y colores que sientas que te dan paz y ayudan a tu concentración (por ejemplo: los colores claros y la madera vista ayudan a trabajar mejor).
Mantén tu lugar de trabajo en orden, pues de lo contrario concentrarte podría resultar en una misión imposible
Una buena estrategia es dejar a mano solo las cosas que necesitas ese día y hacerte de elementos que te ayuden a ordenar, guardar y clasificar todas tus cosas.
Si tienes la posibilidad, instala estanterías y archivadores, si no, pues no te preocupes, consigue algunas cajas bonitas y colócales etiquetas que describan lo que contienen y almacénalas de la manera más organizada que te sea posible.
Haz todo lo que sea necesario para despejar tu espacio de trabajo.
Y, si te gustan, te recomiendo que coloques una bonita planta en el espacio, no solo le dan color y alegría, sino que nos traen muy buena energía.
Dale rienda suelta a tu imaginación y crea un espacio al que te apetezca llegar por la mañana, sin importar si es tan solo una pequeña esquina de tu dormitorio.
DOS. Viste para la ocasión.
¿Sabías que ducharte, arreglarte y vestirte por las mañanas aumenta tu productividad y enfoque?
Sí, efectivamente…

Aunque una de las ventajas de trabajar desde casa puede parecer que no perderás el tiempo eligiendo qué ponerte mañana, o que finalmente, no tendrás que llevar traje o un horrible uniforme.
Es vital que le des la importancia que merece a tu arreglo personal, y te prepares todos los días como si te trasladaras a otro lugar para realizar tus actividades, porque de lo contrario poco a poco irás restándole importancia a tus labores, perdiendo motivación y es muy probable que te encuentres muy pronto de regreso en la cama.
Esto de vestirse para trabajar en casa, tampoco significa que debas ir por ahí de “punto en blanco” y superincómod@, para nada, más bien, crea atuendos que te resulten cómodos, que vayan acorde con el clima y la temperatura del día, y que tengan colores que te hagan sentir a gusto y animad@.
Piensa siempre que puedes necesitar hablar con un cliente, proveedor, o compañer@ de equipo por videoconferencia, y viste acorde a la ocasión.
TRES. Establece un horario conveniente.
Aunque estar en nuestro hogar puede ser una verdadera tentación a la hora de mezclar las responsabilidades domésticas con las profesionales…
¡Evítalo a toda costa!
Es importante que te des la oportunidad de establecer un horario dedicado a ejecutar estas actividades, pues esta práctica ayudará a que seas más eficiente, y logres cumplir tus tareas en menor tiempo y con mejor calidad.

Establece un horario que esté acorde a los ritmos de tu cuerpo y suelta el paradigma del trabajo de 9 a 5. Es importante que logres establecer un horario en el que te sientas más productiv@. No importa si es un horario más corto, o si empiezas al medio día, nada de culpas, solo haz lo que sientas que te viene mejor y aporta al avance de tus proyectos.
Y, ¡por favor no te pases de la raya! Nada de horarios extendidos ni sobre esfuerzo innecesario.
CUATRO. Estructura tu día con sabiduría.

Para mantener una organización, es importante que dividas tus tareas durante el día.
Y para ello un factor clave es determinar aquellos momentos en los que sientes que tu concentración es mayor y tu energía elevada.
¿Ya lo tienes?
¡Genial!
Ahora que sabes en qué espacio del día eres más productiv@, entonces es importante que coloques en este período, aquella tarea que sí o sí debes hacer durante ese día, y aquellas actividades que te resulten más difíciles o que requieran de mayor enfoque.
Otra cuestión a tomar muy en cuenta, al momento de organizar tu día, es adoptar decididamente a la monotarea, como un beneficio indiscutible para la productividad.
Evita hacer mil cosas a la vez, y enfócate en una sola.
¿Y cómo saber en qué enfocarme?
Bueno para eso, yo utilizo mucho la técnica propuesta por Gary Keller en su libro The One Thing (La única cosa).
Y te dejo la pregunta de enfoque que él utiliza y que sin duda pienso que puede ayudarte:
“¿Cuál es esa ÚNICA COSA que puedo hacer de tal manera que haciéndola todo lo demás será más fácil o innecesario?”
Evita, en la medida de lo posible, colocar tareas como responder correos electrónicos y hacer llamadas telefónicas al inicio de la jornada, estas actividades suelen tomar más tiempo del previsto y traer algunas distracciones.
Ahora que ya sabes qué hacer, te invito a establecer e incluir tiempos para el descanso.
Recuerda
Jamás te prives de espacios de descanso, especialmente de aquellos diseñados para recuperar fuerza, como puede ser la hora de comer. (Y no comas en tu espacio de trabajo, descansa y pon atención a tu cuidado personal)
Por experiencia propia, sé que resulta fácil sumergirse de tal manera en la tarea que evitas las pausas para no perder el “flow” o simplemente se te va el tiempo y las olvidas por completo.
¡No lo hagas!
Establece tiempos claros de trabajo y descanso, y hazte de herramientas que te marquen los recesos para que así mantengas una rutina adecuada y saludable.
Yo personalmente utilizo la técnica del Pomodoro, que a breves rasgos, consiste en trabajar durante períodos de 25 minutos en una tarea específica y descansar 5 minutos (lejos del ordenador). Y luego de haber cumplido cuatro (4) pomodoros aumentar el descanso a 15 minutos o si el horario lo amerita darme una hora para comer.
Puedes conseguir apps que te apoyen con esta técnica u otra que prefieras, siempre que guardes tiempo para tu descanso.
Aprovecha los recesos para alejarte de tu escritorio o mesa de trabajo, camina, estírate, si tienes la posibilidad respira aire puro o socializa con otras personas que se encuentren en casa.
Descansar, socializar, caminar, estar en contacto con la naturaleza, son actividades que te ayudarán a evitar que te sientas desgastad@ y permitirán que recuperes la energía.
CINCO. Establece normas de convivencia básicas.
Si vives en compañía, es indispensable que las personas con las que convives respeten tus espacios y horarios de trabajo.

Es común que cuando nuestra casa es también nuestra oficina, las demás personas, por costumbre o confusión, sientan que estás pasando el rato o estás desocupad@, y entonces tiendan a pedirte que hagas ciertas cosas en medio de tu horario laboral o te interrumpan sin querer.
Es por esta razón, que resulta de mucha utilidad hablar claro con tod@s nuestr@s compañer@s de vivienda, y hacerles saber que el hecho de que trabajes en el mismo espacio en donde vives, no significa que estés disponible.
Dales a conocer tus horarios de trabajo, explica que podrán comentarte cualquier cosa en tus momentos de receso o descanso y establece señales para que sepan que no deben interrumpir, por ejemplo la señal podría ser: “mientras estoy con los auriculares puestos, estoy trabajando”.
O, si tienes puerta en tu estudio o lugar de labores, ciérrala e informa que cuando esté abierta podrán comentarte y pedirte todo lo que quieran, antes no.
Las reglas se aplican a todos los habitantes de la casa, incluyendo a l@s hij@s, excepto claro en situaciones emergentes. En cuanto al perro o al gato, con ellos sí tendrás que ser un poco más paciente hasta que entiendan cómo funcionan las rutinas, y de seguro te dejarán trabajar.
SEIS. Establece una salida forzada de tu jornada laboral.
Cuando trabajas desde casa, es fácil dejar que las tareas se alarguen hasta la noche, y aunque puede parecerte que estás ganando tiempo o avanzando más en tu proyecto, este tipo de prácticas no solo pueden traerte problemas en tu vida personal y relacional, sino que también afectarán tu rendimiento del día siguiente.
Por eso es muy importante que establezcas una hora para terminar el día y aproveches una de las mayores ventajas de trabajar desde casa: tener más tiempo para ti.
Este hábito también se aplica a establecer días de trabajo y de descanso, y desconectarte de las labores profesionales en esos días.
Para evitar inconvenientes futuros sé claro con proveedores, clientes, compañer@s o socios, alinea horarios y llega a acuerdos que sean beneficiosos para todas las partes.
Y si sientes que te es imposible desconectar de tu horario de trabajo o tomar un día libre cuando lo has planificado, podrías incluir entre una de tus reglas de convivencia, que tus compañer@s de vivienda hagan ruido, o te interrumpan a la hora pactada, de esa manera te ayudarán a volverte consciente de tu compromiso.
Nota importante
Siempre elige incorporar aquellos hábitos que sientas que te hacen bien y que sirven a tu realidad. Adapta lo que te comparto a tu entorno y posibilidades.
Aunque me doy cuenta de que existen muchos más hábitos que se pueden incorporar para optimizar y hacer más liviano y productivo el trabajo desde casa, pienso que cultivar estos seis (6) que te propongo, será un buen inicio.
Te deseo éxito en todo lo que emprendas, y que trabajar desde casa te sea cómodo y disfrutable.
Quedo atenta a tu compartir. Comenta.
Me encantará leerte y aprender contigo.
Autora:
Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)
Coach ontológico y escritora.
Fundadora de El Refugio del Artista.
Redactora en Axon Training.

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