AXON TRAININGEn este artículo descubrirás cómo el coaching define el compromiso, desde qué enfoque se aborda en una sesión entre coach y cliente.
El coaching ontológico nos invita a explorar nuestro ser, a interpretarlo para poder establecer para nosotros mismos quiénes estamos siendo hoy, en este preciso momento.
A partir de este enunciado, un coach guía a su cliente hacia una introspección personal, es decir, hacia un análisis propio para re-interpretar su forma de ver la culpa, las emociones, el miedo, el compromiso… Y en este último concepto nos detendremos para desarrollar más en profundidad.
El compromiso puede ser definido como “una obligación que te atribuyes a ti mismo, misma, que debes cumplir” o “un acuerdo que se pacta entre dos o más personas en la que los involucrados asumen una responsabilidad mutua”.
Sin embargo, desde la disciplina del coaching se lo aborda desde otra perspectiva…
¿Qué es el compromiso según el coaching?
Según el coaching, un compromiso es un acto creativo, la elección de crear algo que previamente no existía. Es la capacidad del ser humano de escoger realizar una o varias acciones para alcanzar aquello que anhelamos conseguir.
En este sentido, estar comprometidos significa tomar una decisión innovadora en nuestras vidas para lograr nuestro objetivo, lo que implica un querer. Pues, desde la perspectiva del coaching ontológico, la obligación se relaciona con el deber y la exigencia, y esto hace que nos disminuya la motivación para hacerlo.
Además, otro factor importante del compromiso según esta disciplina es que siempre estamos comprometidos para hacer algo. Sin embargo, la diferencia radica en qué enfocamos nuestras acciones, por ejemplo: si rompes tu dieta, estás dispuesto a ello, a romperla, o si quieres llegar temprano a un lugar y lo haces, tu disposición estaba en la puntualidad.
En síntesis, el compromiso puede transformar tu vida siempre y cuando el enfoque que le coloques sea hacia tus objetivos.
El compromiso entre coach y cliente en el coaching
En toda sesión de coaching existen dos compromisos: uno por parte del coach que brinda coaching y el coachee, que debe estar dispuesto al cambio, a escuchar y transformar su perspectiva sobre determinadas situaciones.
Y ¿qué significa esto?
Por un lado, el coach debe estar comprometido a guiar y acompañar a su cliente en todo el proceso de coaching. Debe asumir la responsabilidad de respetar el código de ética, de escuchar activamente al coachee y de ayudarlo dentro de sus posibilidades y capacidades.
Por el otro, un coachee debe prestarse a responder las preguntas poderosas que el coach le realice, a estar dispuesto a cooperar y aprender aquello que necesita para adquirir las herramientas que lo hicieron recurrir en primer lugar a un proceso de coaching.
Y tú, ¿en qué estás comprometido, comprometida, hoy?
Comenta, te leemos.
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