Haz tus sueños realidad, creando objetivos SMART

En este artículo encontrarás una efectiva estrategia para establecer objetivos SMART y avanzar hacia tus sueños. 

Estoy segura de que, al igual que yo, tienes muchos sueños que cumplir en esta vida, anhelos de tu corazón, que rondan tu cabeza más de una vez al día.

Cumples con las tareas cotidianas a la velocidad que este mundo loco te exige y lo haces de la mejor forma que te es posible, pero al llegar la noche, antes de quedarte dormida, dormido, das ese suspiro profundo de alivio y piensas en tus sueños más queridos, mientras cierras los ojos. 

La cuestión es…

¿Estás caminando hacia los genuinos deseos de tu corazón en tus horas de vigilia?

¿Tienes, realmente, un plan para hacer esos sueños bonitos realidad? 

Si la respuesta es no, lo más probable es que estés sintiendo frustración, enojo, tristeza, e incluso, desagrado, cuando realizas tus actividades cotidianas, por más agradables que parezcan.  

Por eso, es clave que te hagas de herramientas y estrategias para crear una hoja de ruta, llena de pequeños y grandes hitos, que te ayuden a alcanzar las metas deseadas. De lo contrario, vivirás una vida “real” insoportable, y tus grandes sueños se convertirán en una maleta llena de reproches, añoranzas, nostalgia y melancolía. 

Yo, personalmente, no disfruto en extremo de hacer planificaciones diarias, semanales o mensuales. Es algo que me ha costado mucho, aunque por cuestiones profesionales, he tenido que hacer habitualmente, pero su efectividad salta a la vista, aclara el panorama y facilita el trabajo.

Sin embargo, antes de planificar, lo más importante es tener objetivos definidos y metas claras, para saber hacia donde vas. Para ello, hoy quiero compartirte una herramienta que, probablemente, ya conozcas, con algunos aportes de mi propia cosecha: la metodología para crear objetivos SMART.

Entonces, ¿cómo establecer objetivos SMART para avanzar hacia tus metas? 

La fórmula SMART es muy utilizada en el ámbito profesional para establecer objetivos inteligentes, que nos catapulten hacia el cumplimiento de nuestras metas. A mi parecer, esta es igual de valiosa para elaborar nuestra hoja de ruta personal.

Su nombre es un acrónimo mnemotécnico en inglés, que leído como palabra completa significa inteligente. Cada letra hace alusión a una característica particular que deben tener nuestros objetivos para ser efectivos, y traducidas al español, son:

1. Específico (Specific)

Para que un objetivo sea específico, debes tener en cuenta que lo estás estableciendo para cumplir con una meta concreta, en un ámbito de acción determinado. Este debe decirte qué es exactamente lo que quieres lograr.

Mientras más específico sea tu objetivo, es más probable que lo alcances. La ambigüedad y generalización solamente te darán como resultado ideas al azar, difíciles de conectar entre sí y, aún más difíciles, de llevar a la práctica.

Para lograr esta tarea podrías acudir a preguntas como:

• ¿Quién está involucrado en el proceso?
• ¿Qué quieres conseguir con esta tarea o acción?
• ¿En dónde llevarás a cabo lo que te propones?
• ¿Cuándo piensas que empezarás con la tarea?
• ¿Qué obstáculos podrían interponerse entre tú y las actividades que quieres cumplir?

2. Medible (Measurable)

Cuanto más mensurable sea tu objetivo, más posibilidades tienes de saber que avanzas o que necesitas cambiar el curso de tus acciones. Un objetivo medible generalmente responde a la pregunta “cómo”. 

Medidas como peso, horario de comidas, número de clientes, cantidad de palabras, niveles de energía, te permitirán registrar de forma tangible tus avances y evaluar con cifras ciertas lo que sucede.

La idea es que sea posible probar con algún tipo de indicador lo que logras. Sé que en el ámbito del desarrollo personal las cosas suelen ser más cualitativas que cuantitativas, sin embargo, el estado de ánimo, tus reacciones ante situaciones estresantes u otras señales, también son muy válidas para este proceso, siempre y cuando seas sincera contigo misma, sincero contigo mismo. 

3. Alcanzable (Attainable)

Generalmente, en este apartado, se habla de “objetivos realistas”, que vayan acorde con las circunstancias y recursos con los que cuentas en este momento, pero yo te tengo una propuesta algo diferente.

La cuestión es que, si todas las personas nos sometiéramos a las circunstancias, entorno, recursos y limitaciones que creemos que tenemos, muchos de los más grandes genios de la historia de la humanidad hubieran muerto en el olvido, sin dar a luz a sus creaciones.  

Por esa razón, aunque fijarte objetivos que percibes como inalcanzables, puede parecerte un ejercicio inútil y hasta frustrante, resulta vital que te des la oportunidad de ampliar los límites a los que piensas que estás sujeta o sujeto. 

Por eso, en este caso, concéntrate en fijar metas y objetivos que vayan más allá de lo que consideras que es posible para ti. Para empezar, estírate solo un poquito más allá de lo que sientas cómodo. Empújate a pensar en acciones e ideas ambiciosas, difíciles o complejas, pero que vayan orientadas a tu meta final.

No tiene que ser algo que consideres inverosímil, desde todo punto de vista, solo expande tus horizontes. Dos pasitos más allá de lo que crees que es posible lograr.

4. Relevante (Relevant)

Para que logres avanzar de forma constante hacia tus objetivos, aun cuando existan altibajos y obstáculos, es indispensable que aquello que quieres alcanzar sea profundamente significativo para ti.

Por esa razón, es importante que al momento de fijar metas y objetivos inteligentes, te des un tiempo para responder: 

¿Para qué quieres emprender este proyecto? ¿Cuáles son tus motivos profundos?

Para asegurar la efectividad de tus objetivos inteligentes, estos deben estar centrados en aquello que realmente deseas. De lo contrario, te resultarán incoherentes, dispersos e imposibles de llevar a cabo. Debes cuidar de que estos estén alineados a tu meta final, a tu visión de futuro, a tus valores, principios y anhelos genuinos.

5. Con un tiempo definido (Time-bound)

Todos los objetivos inteligentes deben tener un plazo concreto para su cumplimiento, porque aquellas tareas y acciones que debemos cumplir en un tiempo determinado tienen la habilidad de mantenernos enfocadas, enfocados, e impulsarnos a encontrar salidas a los obstáculos que se presentan durante el viaje.

Sin fechas límite es muy fácil que dejemos que otras actividades nos desvíen de nuestra ruta. Es posible que los sucesos cotidianos, urgencias, emergencias o nuevos proyectos que brillen en el horizonte, nos hagan perder el norte.

“Mañana, sin falta, lo hago”, es una frase común que utilizamos más a menudo de lo que deberíamos y que, con el pasar del tiempo, se traduce en una lista interminable de pendientes y postergaciones. Esta situación surge, justamente, por la falta de un sistema para ayudarnos a colocar tiempos y fechas que nos impulsen a avanzar. 

Si quieres evitar que esto te pase, sigue estos 4 simples pasos, para empezar:

Primero, planifica. Una vez que tengas claridad sobre tus metas y objetivos, prepara una lista cronológica de cada tarea que deberás llevar a cabo para arribar a buen puerto.

Segundo, agenda todas y cada una de las actividades, por más minúsculas que te parezcan. Coloca una fecha tentativa, sé realista con tus plazos, no te relajes demasiado ni te presiones al punto que no puedas con tu vida. 

Tercero, pasa a la acción. Lleva adelante las misiones, pequeñas y grandes, conforme a lo programado. 

Cuarto, evalúa el avance. Elige un día al mes para revisar tu progreso, repasar tus objetivos y metas, y verificar si los tiempos establecidos son los adecuados. También incluye un momento para celebrar tus logros, por más mínimos que te parezcan.


Permítete crear un espacio de evaluación sincero, compasivo y propositivo.  

Si notas que tu planificación va retrasada, concédete algo más de tiempo para cumplir con tus compromisos y sigue avanzando. Si, por otro lado, te das cuenta de que te adelantaste al cronograma, celebra y aprovecha para continuar con la próxima tarea.

La clave de este ejercicio es seguir adelante con tu plan, sin dejarte distraer por las locuras cotidianas. Además, si por cualquier razón te estás desviando del camino, podrás verlo a tiempo para corregir el rumbo y seguir adelante.

Un ejemplo de objetivos SMART para inspirarte

Ahora que hemos recorrido todas las letras de esta interesante estrategia, es importante que puedas verla en acción para que te sea más fácil replicarla en tu vida cotidiana. Por eso, a continuación te dejo una idea que espero ilustre la teoría.

Supongamos que tu meta final es: “mantener una salud radiante y perfecta, tanto física como emocional y mental, por el resto de mi vida.”  

Para ello tendrás que plantearte varios objetivos relacionados con tu cuidado personal, estilo de vida y entorno. 

Pensemos que uno de tus objetivos SMART a largo plazo es: “crear una rutina matutina de autocuidado ideal para mí.”

Para ello te propones una tarea específica (objetivo específico): “durante los próximos 3 meses elegiré un nuevo hábito saludable para incluir en mi ritual matutino y lo realizaré diariamente cada mañana.”

Desglosemos los componentes SMART:

Específico: “añadiré un hábito saludable a mi rutina de la mañana durante los próximos 3 meses, como parte de mis actividades cotidianas.”

Medible: “agregaré recordatorios a mi aplicación de productividad para recordar realizar la actividad diariamente y registraré en mi bitácora personal los días que la ejecuto y los días en que, por cualquier razón, no la realice.” 

Alcanzable: “revisaré el progreso en la implementación de mi nuevo hábito saludable. Justo antes de irme a dormir, alistaré todos los recursos para hacerlo más fácil cada día, y cuando sienta que los desafíos me superan, volveré a repasar los beneficios y el PARA QUÉ de mi decisión.” 

Relevante: “con el tiempo crearé un ritual saludable de autocuidado ideal para mí, que me asegurará un buen comienzo para un día productivo y favorecerá mi meta personal de mantenerme siempre saludable y vital.”

Con un tiempo definido: “seguiré este plan durante 3 meses antes de evaluar si he logrado incorporar este nuevo hábito. Si es así, elegiré un nuevo hábito, si no, buscaré nuevas estrategias para afianzar esta práctica por un mes más y luego incluiré una nueva actividad.”

Ahora que ya lo tienes claro, de seguro estás alistando tu cuaderno para empezar a trabajar sobre esas metas largamente anheladas, así que no te demoro más.

¿Cuál es el primer sueño que vas a poner en papel y luego en acción con la fórmula de objetivos SMART?

Comparte tu experiencia y reflexiones en los comentarios.

Siempre es un gusto saber de ti.

Autora:

Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)

Coach ontológica y escritora.

Fundadora de El Refugio del Artista.

Redactora en Axon Training.