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Síndrome de Burnout

El Síndrome de Burnout: ¿Qué es y cómo prevenirlo?

¿Quisieras conocer más a fondo lo que es el Síndrome de Burnout y saber si lo estás alimentando?

En este artículo encontrarás una breve e interesante reseña sobre este fenómeno que afecta a un número considerable de la población y algunas herramientas para prevenirlo y afrontarlo.

¿Burnout? 

¿Y ahora de qué se trata esto? 

Podría empezar hablando del origen de este concepto y en qué año fue descubierto, o de los psicólogos y estudiosos que lo detectaron. 

Sin embargo, aunque siempre es importante conocer todos esos antecedentes, pienso que es más importante que sepas que existe y que nos puede pasar a tod@s, para que tomes las precauciones que sean necesarias.

El hecho es que, cuando lo has vivido en carne propia (como es mi caso), el mejor consejo que le puedes dar a alguien que quiera escuchar es: “permanece atent@ a las alertas y no ignores el más mínimo detalle”.

A veces creemos que el estrés y la tensión en el trabajo son cosas normales, sentimos que podemos con todo lo que se nos ponga delante y que somos capaces de soportar niveles de presión absurdos en entornos claramente amenazantes, deshumanizados y sobre exigentes. 

Pero ¿qué sucede cuando la tensión nos sobrepasa? 

¿Qué pasa cuando los niveles de estrés empiezan a hacerte sentir impotente, desilusionad@ y completamente agotado? 

Pues, pasa que probablemente estás en camino de convertirte en una víctima más del Síndrome de Burnout.  

Así que, si te interesa profundizar un poco más y hacerte de herramientas para recuperar y mantener el equilibrio y la armonía…

¡Quédate conmigo!

¿Qué es el Síndrome de Burnout?

El síndrome de burnout, que traducido al castellano, podría llamarse el síndrome del trabajador quemado, o de estar quemado, no es más que un estado de agotamiento emocional, físico y mental causado por haberte sometido a estados de estrés excesivo y prolongado en ambientes poco favorables y sobre exigentes. 

Este empieza a manifestarse cuando te sientes abrumado, emocionalmente agotado e incapaz de cumplir con las demandas constantes que recibes de tu entorno. 

A medida que los estímulos estresores van aumentando, comienzas a perder el interés y la motivación interna que te llevaron a asumir ciertas responsabilidades en primer lugar.

Y como ya lo habrás deducido, este nivel de agotamiento reduce la productividad y mina tu energía, haciéndote sentir cada vez más inútil, desesperado y lleno de sentimientos encontrados, por cierto, nada productivos o halagadores. 

Eventualmente, puedes sentir que no tienes nada más que dar.

Siendo como somos, seres integrales, estos efectos negativos se extienden a todas las áreas de la vida, incluyendo tu espacio social y familiar.

El Síndrome de Burnout también puede causar cambios a largo plazo en el cuerpo físico que lo hacen vulnerable a otros desequilibrios tan comunes como un resfriado y a otras condiciones mucho más complejas y en algunos casos crónicas.

¿Cuáles son algunas causas más concretas del Síndrome de Burnout?

Aunque, como ya lo había mencionado, este tipo y nivel de agotamiento generalmente es causado por la calidad del entorno laboral, cualquier persona que se sienta sobrecargada de trabajo e infravalorada corre el riesgo de sufrir de este síndrome; desde un colaborador al que no se le ha permitido salir de vacaciones en años, hasta una persona que cumple el rol de am@ de casa y cuida de l@s niñ@s y de su padre anciano sin soporte alguno y sin descanso. 

Síndrome de Burnout
Businesswoman stressed and tired

Los factores que contribuyen a alimentarlo, además de un entorno laboral demandante, estresante y lleno de responsabilidades, también tienen que ver con tu estilo de vida y tu forma de ver el mundo.

A continuación te comparto algunos elementos estresores…

En el entorno laboral:

  • Sentir que tienes poco o ningún control sobre lo que sucede a tu alrededor.
  • Falta de reconocimiento por el trabajo realizado. 
  • Expectativas de trabajo poco claras o demasiado exigentes.
  • La ejecución de trabajos monótonos y poco gratificantes.
  • Relaciones disfuncionales y violentas entre compañer@s.
  • Trabajar directamente con personas, (servicio al cliente, profesionales de la salud y el bienestar personal, maestros, consultores, etcétera). 
  • Trabajar en un ambiente caótico, tenso, de alta presión y sobre exigencia.

En tu estilo de vida:

  • Trabajar sin descanso, sin darte un momento para socializar o relajarte.
  • La falta de relaciones cercanas y de una estructura emocional de soporte.
  • Asumir más responsabilidades de las que eres capaz de cumplir en tiempo y forma; y tratar de ejecutarlas sin ayuda de los demás.
  • Sacrificar el sueño para cumplir con tareas que consideras urgentes y/o prioritarias, dejando de lado tu propio descanso y tiempo de recuperación.

En tu estructura personal: 

  • Tendencia al perfeccionismo y la autoexigencia, (para ti nada es suficiente).
  • Una visión pesimista, negativa y oscura de ti mism@ y del mundo.
  • La necesidad de estar en control, y en consecuencia la imposibilidad o resistencia a delegar tareas a otras personas. O sufrir del síndrome de: “Si quieres algo bien hecho, hazlo tu mismo”.
  • Sentir que eres por lo que haces; una orientación excesiva de logro. 

Y ¿Cuáles son las señales que me advierten que estoy al borde de ser víctima del Síndrome de Burnout?

Vamos a eso ahora mismo…

El peligro con este síndrome es que puede a menudo engañarnos y podemos pensar que es algo normal. 

A qué me refiero:

De seguro alguna vez has tenido uno de esos días en que te sientes indefens@, sobrecargad@ y poco reconocid@, y sin duda en estos días has tenido que arrastrar tu cuerpo, literalmente, para salir de la cama, haciendo uso de toda la energía y fuerza de voluntad disponible para darle la cara a tu nuevo día. 

Esto es en cierta medida normal, si ocurre de vez en cuando. 

Sin embargo, si te sientes así la mayor parte del tiempo, puede ser que estés al límite.

Advertencia. Llegar a este grado de agotamiento es un proceso gradual. Y aunque no ocurre de la noche a la mañana, puede estar gestándose dentro de ti. 

Los signos y síntomas son muy sutiles al principio, y van empeorando mientras pasa el tiempo.

Piensa en los primeros síntomas como leves señales de alerta que te anuncian que algo anda mal y que debes atenderlo. 

Si prestas atención(cosa que lamentablemente yo no hice en su momento), y reduces activamente el estrés, mediante prácticas adecuadas y saludables de autocuidado, puedes evitar un daño grave.

Aquí te dejo unas preguntas sobre algunas de las señales de alerta más comunes, para que puedas observarte:

Alertas físicas:

  • ¿Te sientes fatigad@ y agotad@ la mayor parte del tiempo?
  • ¿Sientes que estás más vulnerable a contraer enfermedades? ¿Tu inmunología se ha visto debilitada en el último tiempo?
  • ¿Tienes dolores de cabeza frecuentes que muy a menudo desembocan en migraña?
  • ¿Padeces fuertes dolores musculares y articulares y sientes como si el cuerpo estuviera inflamado constantemente? 
  • ¿Sufres cambios repentinos de apetito, subes y bajas de peso sin razón aparente o tienes desórdenes gastrointestinales?
  • ¿Sufres de insomnio, dificultad para dormir o siempre estás somnoliento?
Síndrome de Burnout

Alertas emocionales: 

  • ¿Te sientes insegur@ de ti mismo todo el tiempo y tienes la sensación de que todo lo que haces termina siendo un fracaso?
  • ¿Te parece estar indefens@, atrapad@ en tu vida y en muchas ocasiones derrotad@?
  • ¿Sientes que estas sol@ en el mundo, abandonad@? 
  • ¿Has perdido por completo la motivación interna y el entusiasmo?
  • ¿Ves el mundo cada vez más oscuro, negativo y sin arreglo?
  • Aunque hagas las cosas bien, ¿sientes que no es suficiente y que no puedes sentir la satisfacción del logro?

Alertas en tu comportamiento:

  • ¿Sientes toda responsabilidad, asignada o asumida, como un peso insoportable y preferirías evitarla?
  • ¿Tiendes a aislarte de los demás?
  • ¿La procrastinación es cosa del día a día, y te toma mucho tiempo hacer las cosas?
  • ¿Comes en exceso, no comes o consumes drogas o alcohol para hacer frente a las situaciones desafiantes que se te presentan?
  • ¿Sacas tus frustraciones en los demás o te autoflagelas y estás en modo reactivo todo el tiempo?
  • ¿Creas excusas para faltar al trabajo, llegar tarde o salir temprano?

Hasta aquí, espero que veas con mayor claridad la magnitud de las consecuencias que puede tener esta condición en tu vida, y de la importancia de manejar adecuadamente el estrés para impedir que se vuelva crónico, y peor aún, que llegue a cruzar el límite para convertirse en este síndrome tan debilitante. 

Entonces…

¿Cómo puedo prevenir o lidiar con los síntomas de este síndrome?

Ya sea que hayas reconocido en ti alguna o muchas de las señales de advertencia o que simplemente estés consciente de que los niveles de estrés a los que estás sometid@ no son para nada saludables; “hacerte de la vista gorda” y tratar de superarlo “con fuerza de voluntad” e hiper exigencia, solo te causará más daños emocionales y físicos de los que puedes contar hasta ahora. 

Detente…

Haz una pausa y cambia de dirección, aplica estas tres (3) herramientas que te comparto a continuación y acompáñate a superar cualquier grado de estrés o agotamiento y recupera tu salud y armonía.

Lleva tu Diario del estrés

Si has leído alguno de mis artículos, o varios de ellos, a estas alturas ya debes saber que soy una total convencida de las capacidades curativas de la escritura. 

Este diario es muy efectivo para que puedas identificar los factores estresantes habituales en tu vida y también la forma en que los afrontas.

Cada vez que te sientas presionad@ y sobrepasad@ por una situación, regístralo en tu diario. 

A lo mejor no puedas hacerlo inmediatamente, entonces coloca una nota en el celular del hecho particular, para luego desarrollarlo en tu diario con algunos detalles adicionales que te ofrezco a continuación:

Escribe…

  • ¿Qué me causó estrés o tensión? (Si no estás segur@ atrévete a adivinar tomando en cuenta lo que sucedía a tu alrededor en ese momento en particular).
  • ¿Cómo me sentí? recuerda incluir tanto la sensación física como la emocional.
  • ¿Cómo reaccioné en respuesta al estresor?
  • ¿Qué hice para sentirme mejor?

Llevar este registro diario te permitirá detectar no solo los patrones y los temas más comunes que te causan tensión y estrés, sino también algunas herramientas internas a conservar. 

Invierte en el autocuidado

Cuidar de nosotr@s mism@s es un elemento fundamental para crear resiliencia y superar altos niveles de estrés y tensión. 

Por ello, y aunque a veces el entorno y las circunstancias pueden limitarte de alguna forma, es importante que seas capaz de priorizarte y dedicar un tiempo a cuidar de ti mism@.

Haz suficiente ejercicio. 

Síndrome de Burnout
Woman exercising on exercise mat she stretching her legs during sports training at home

El estrés crónico y la excesiva tensión, como todas las emociones que acompañan a estos procesos suelen alojarse en el cuerpo físico y en muchas ocasiones vas a encontrar tus músculos tensos, o tal vez tengas dolor de espalda o de cuello, dolores de cabeza frecuentes, insomnio, acidez o malestar estomacal. 

Ejercitar con regularidad (nada de sobre esforzarte) te ayudará, pues libera poderosas sustancias que mejoran nuestro estado de ánimo y en muchas ocasiones alivian la tensión física y emocional. 

Recuerda que ejercitar también es bailar o caminar, no tienes que acudir a un gimnasio o transformarte en atleta de alto rendimiento. 

Practica técnicas de relajación cuerpo – mente.

Involúcrate con el yoga, el taichi, el mindfulness y la meditación, todas estas prácticas y disciplinas combinan la respiración profunda, la atención plena y la conciencia corporal, energética y emocional.

Y estoy segura de que te serán de gran ayuda para aliviar el estrés, la tensión y la angustia, devolviéndole el equilibrio a tu sistema nervioso.

Respeta tu sueño.

Síndrome de Burnout axon training

Nada alimenta más al monstruo que la falta de consideración que solemos tener con nosotr@s mism@s al momento de sacrificar nuestro descanso por hacer cosas más “productivas”.

¡No lo hagas!

¡Tu sueño es sagrado! Tómate un tiempo previo a dormir para relajarte y desconectar de las actividades del día. Tómate en serio tus horas de descanso.

Cuida tu alimentación. 

No existe una dieta estandarizada para alimentar tu resiliencia y ayudarte a sobrepasar tiempos difíciles.

Sin embargo, es importante que organices tus horarios de alimentación y que los cumplas. 

Consume suficiente agua, de preferencia mineral, y mantén una dieta balanceada y equilibrada, de ser posible rica en grasas saludables y baja en azúcares procesadas.

Reevalúa tus prioridades

El Síndrome de Burnout, o cualquier nivel de estrés crónico es un signo innegable de que algo no está funcionando bien en tu vida.

Primero que todo, tómate un tiempo para pensar en tus proyectos personales, en tus metas y sueños. 

¿Estás descuidando algo que es realmente importante para ti? 

Aunque no lo creas, esta condición, a pesar de ser tan inhabilitante cuando ha alcanzado sus niveles más altos, puede ser una gran oportunidad para redescubrir lo que realmente te hace feliz y para ir más despacio y darte tiempo para descansar, reflexionar y sanar.

Mientras reflexionas…

Establece límites.

¡No te excedas! 

Aprende a decir NO cuando quieras o necesites decir que NO. Si te resulta difícil, recuerda que si le dices que NO a algo que no deseas te darás permiso de decirle que a algo que realmente te importe.

Date permiso de descansar de la tecnología. 

Establece momentos a lo largo del día, por lo menos uno para empezar, donde te desconectes completamente de la velocidad de este mundo híper conectado.

Guarda la portátil, pon tu teléfono en modo avión, no revises el correo electrónico y menos aún las redes sociales. 

Alimenta tu creatividad. 

Tu creatividad es un antídoto poderoso para vencer el agotamiento, el estrés crónico y especialmente el Síndrome de Burnout. 

¡Date la oportunidad de probar algo nuevo!

Empieza un proyecto divertido o retoma tu pasatiempo favorito en esos momentos en que te encuentres desconectad@ del mundo. 

Elige actividades que no tengan nada que ver con el trabajo o con lo que sea que te cause estrés; que sea eso que siempre quisiste hacer.

Haz una pausa… Sé compasiv@ contigo mism@ y colócate siempre como prioridad. Y si sientes que traspasaste el límite, busca ayuda, no trates de hacerlo sol@. 

Aunque existen muchas más herramientas, es importante que empieces por algún lugar y que no te sientas abrumad@a además por un montón de consejos que aplicar. 

Espero que este texto te haya resultado de mucho valor y que pongas en práctica las herramientas compartidas.  

Comenta y comparte tu experiencia.

Me encantará leerte.

Autora:

Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)

Coach ontológico y escritora.

Redactora en Axon Training.

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6 comentarios


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  • Yo antes padecia see sindrome. Acompanado de Altos niveles de Ansiedad. Y con ejercicio y meditacion y cambiando mi forma de pensar. Llevo mucho tiempo ya en balance. Hasta ahora q empeze a estudiar la Carrera de Coaching. Y ahi aveses me entra el miedo de q pueda volver a pasar por lo mismo y q no pueda con todo ya q trabajo 9 horas al dia. Y mas lo de la carrera. Pero me centro en el Presente. Y no alimento esos pensamientos.

  • Estimada Cristina:
    Acabo de leer tu artículo
    Me pareció muy interesante.
    En primer lugar por que lo vivencia y sé muy bien como es pasar por esto.
    En segundo lugar por que me encuentro trabajando en estos momentos como acompañante terapéutico a una paciente que transita esta experiencia.
    Este artículo junto con la formación que estoy comenzando como coach me dan muchas herramientas para ser acertaba en mi trabajo y en lo personal.
    Agradezco este artículo y espero poder continuar encontrando herramientas adecuadas.
    Te saludo desde Buenos Aires.

  • Super interesante, real y constructivo. Además de ser tan explícito es increíble acabo de ir una situación con mi hija que está viviendo en Estados Unidos y están en negocio de las ventas está sintiendo todo esto. Es buenísimo excelente día yo tener estas herramientas para poder ayudar a cualquier persona que esté pasando por estos momentos. Gracias gracias gracias. Me alegro de lugares donde estoy y es emocionante estar tan conectados, comprometidos y que sea un placer hacerlo.

  • Muchas gracias por el artículo, no conocía este síndrome, tal vez sólo le llamo estrés.
    Me gustó mucho tu consejo sobre escribir!! gracias!!
    En mi experiencia, he aprendido a valorar más, desde la pandemia, el espacio de autocuidado. Aunque sea un porcentaje menor en mis horas diarias, pero hacerlo a diario es importante. Me ayuda a sostenerme en paz y en confianza.
    Este año inicié también mi formación Coach así que con gusto seguiré aprendiendo un poco más, y descubriendo más recursos.

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