Axon Tips
afirmaciones-axon-training

Afirmaciones positivas, ¿realmente funcionan?

En este artículo encontrarás una breve aproximación al concepto de las afirmaciones positivas y 5 recomendaciones para ponerlas a funcionar.

¿Qué opinas sobre las afirmaciones positivas? 

Seguramente, has oído hablar de ellas más de una vez.

Hay quienes dicen que no sirven para nada, otros dicen que son la mejor invención que ha existido, algunos hablan de magia y otros de psicología.

Y no pueden faltar aquellos que jamás las han utilizado, ya sea porque no saben cómo hacerlo, no las encuentran interesantes o, simplemente, no han escuchado de ellas.

Sin importar cual sea tu relación con las afirmaciones positivas, espero despertar tu curiosidad con estas letras y brindarte suficientes razones para incluirlas en tu vida.  

Empecemos por el principio…

¿Qué son las afirmaciones positivas?

Si no eres experta o experto en este tema, probablemente no te sean extrañas de todas maneras, seguro habrás visto cientos de ellas en redes sociales, carteles y tarjetas.

Están por todas partes y, a veces, pueden parecer frases banales o incluso algo cursis. Sin embargo, tienen el potencial para convertirse en poderosas herramientas de transformación y bienestar

Las afirmaciones positivas son, simplemente, frases que usamos tanto para desafiar pensamientos inútiles o nocivos como para motivarnos, fomentar cambios positivos en nuestra vida o elevar nuestra autoestima y valía personal.

Para tener una perspectiva más amplia sobre la importancia de estas sencillas frases, resulta inevitable indagar:

afirmaciones-axon-training.1jpg
Un cuaderno con afirmaciones positivas

¿Qué son las afirmaciones? ¿Y cómo funcionan?

En lenguaje coloquial, una afirmación es cualquier cosa que digas o pienses.  

Las afirmaciones forman parte de nuestro diálogo interior y de nuestra comunicación con los demás; están presentes de manera inconsciente en nuestras acciones y reacciones.

Estas pueden ser positivas, negativas, estimulantes, desalentadoras, verdaderas o falsas, y dan cuenta de nuestra manera de ver el mundo y de aquellas cosas que damos por ciertas.

Desde la mirada ontológica, una afirmación es una descripción de lo que observamos en nuestro entorno y manifestamos, con el compromiso de proveer evidencias o testigos.

Es un hecho que se fundamenta en las convenciones sociales y los acuerdos históricos, algo que resulta un consenso para una comunidad específica.

Por ejemplo: 

Si yo te digo: “esto es una mesa” y tú puedes observar un mueble formado por un tablero horizontal y varias patas, con una altura adecuada para realizar determinadas actividades asignadas para este tipo de mobiliario, estaremos de acuerdo y la afirmación será tomada como cierta, siempre y cuando, tú y yo compartamos algunos criterios sociales, culturales e históricos similares.

Pues, hay que tomar en cuenta que todas las personas describimos aquello que observamos desde nuestra manera de percibir el mundo, desde nuestras creencias, valores y experiencias vitales, por lo tanto, estas no necesariamente obedecen a la descripción precisa de la realidad.

Lamentablemente, las afirmaciones no siempre son tan neutrales como la del ejemplo, a veces estas son el germen de creencias que nos limitan, nos lastiman y marcan nuestro camino de maneras inesperadas y no siempre gratas. 

Si desde la edad infantil escuchaste: “mejor quédate callada”, “eres un tonto”, “las mujeres tienen que hacerse cargo de todas las tareas de la casa”, “los hombres no lloran”, “no eres capaz de hacer nada bien”, “la vida es dura y sacrificada”, entre muchas otras joyas…

¿Cómo crees que estas afirmaciones afectarán tu vida y tus decisiones futuras?

Por desgracia, estas afectarán y mucho, pues una vez que interiorizamos estas afirmaciones dichas con tanta ligereza, es muy probable que veamos el mundo desde ese lugar y vivamos la vida de la misma forma, lastimando nuestra autoestima, nuestros sueños e incluso nuestra relación con nosotros y con otras personas.

Así mismo, si lo que has escuchado son frases alentadoras, seguramente, los resultados futuros serán diferentes y verás la vida desde un sitio mucho más colorido y brillante.

La cuestión es que, sin importar la calidad de las afirmaciones que hagas o aceptes para ti, estas constituyen una gran parte de tu diálogo interior, tus creencias, pensamientos y forma de ver el mundo.

Como ya te habrás dado cuenta, lo que decimos o afirmamos no es cosa menor al momento de determinar el rumbo de nuestras vidas, es por esa razón que cuidar del lenguaje con el que nos alimentamos es crucial para experimentar una vida plena.

Entonces…

afirmaciones-axon-training
Mujer feliz disfrutando una vida plena llena de afirmaciones positivas

¿Cómo utilizar efectivamente las afirmaciones positivas?

Aunque existen varias metodologías aplicables a este campo de acción, me he permitido hacer una recopilación de aquellas cosas que considero resultan efectivas a la hora de crear tus propias afirmaciones positivas.

Aquí, las 5 recomendaciones para empezar:

1. Pon atención a lo que dices

Antes de empezar con el proceso de crear afirmaciones genuinamente útiles para ti, es vital que te tomes un tiempo para observar cómo te diriges a ti y a los demás.

¿Cuáles son esas frases recurrentes que salen automáticamente cuando se presenta una dificultad?

¿Qué es lo primero que piensas o dices (en voz baja o alta) cuando te miras al espejo en la mañana?

¿Qué es lo que supones cuando alguien te asigna una tarea compleja? ¿Crees que puedes hacerla? ¿Piensas que será un fracaso?

Obsérvate, tómate un tiempo prudencial para escuchar tus frases y detectar los patrones recurrentes. Si tienes la posibilidad, lleva contigo una libreta y apunta aquello que te impacte o llame tu atención. 

2. Piensa en las áreas de mejora

Reflexiona sobre tu vida, ¿cuáles son esos campos que te gustaría potenciar?

¿Cuál crees que sería ese cambio personal que si lograras hacer elevaría todo lo demás?

¿Es acaso tu salud?, ¿la economía no ha ido bien?, o ¿son las relaciones?; ¿Te hace falta la paciencia?, ¿el entusiasmo?

Tú me dirás, o más bien tú te dirás: ¿Qué es lo que necesitas crear o fortalecer?

Escribe sobre esos ámbitos o comportamientos en los que quieres trabajar.

3. Utiliza el lenguaje a tu favor

Nuestra mente puede presentar algo de resistencia a la hora de incluir una afirmación positiva que para ella sea “imposible”, por cualquier razón o creencia que esté por ahí escondida, entonces, deberás probar el tipo de lenguaje adecuado para ti.  

Por eso, para aquellas cosas que sientas y pienses que son posibles, utiliza verbos activos y en tiempo presente. 

Pero, si por cualquier razón, crees que algo no es posible para ti, emplea el verbo en gerundio, es decir, con las terminaciones “ando” o “endo”, para que tu mente sepa que la acción está en progreso y le dé una oportunidad.

4. Hazlo simple y positivo

Las frases cortas y positivas son las más efectivas a la hora de incluirlas en tu cotidianidad y provocar genuinas transformaciones en tu manera de mirar la vida. 

Por un lado, las frases breves y concisas son más fáciles de recordar.

Y, por otra parte, cuando hablamos de lo que queremos, en lugar de lo que no queremos, resulta más disfrutable y emocionalmente alentador para nuestra mente.

Por ejemplo, si en una situación complicada te dices: “no debo perder la paciencia”, seguramente sentirás el peso del trabajo duro que significa no descontrolarte y fallarás en tu cometido. 

Pero, si, en cambio, tomas una respiración profunda y te repites: “yo soy serena y paciente” o “estoy tranquilo y relajado”, sin duda alguna, te será más fácil mantener la calma.  

Enfócate siempre en el resultado positivo que quieres conseguir.

afirmaciones-axon-training
Mujer toma un respiro y tiene un diálogo interno con ella misma

5. Ponlas en acción

Para poner a funcionar las afirmaciones positivas que construiste en tu día a día, puedes utilizar diversas estrategias, dales su primer impulso poniendo en marcha 3 de ellas

Repite tus afirmaciones de manera sistemática. La constancia y regularidad en el uso de las frases, tanto mentalmente como en voz alta, fortalecerán, paulatinamente, nuevos caminos neuronales.  Tus patrones habituales de pensamiento y creencias se volverán más constructivos con el paso del tiempo.

Empieza repitiéndolas en voz alta tres veces al día durante al menos cinco minutos, cuando ya las tengas bien grabadas en la memoria, repítelas como si fueran un mantra, no importa la hora que sea, o si solamente recuerdas una de ellas.

Una buena estrategia es repasarlas mientras te arreglas frente al espejo, o incluso escribirlas diariamente en un cuaderno destinado para el efecto. 

Evoca emociones agradables. Mientras repites tus afirmaciones positivas, visualiza el resultado final, ¿cómo te sentirás cuando alcances tu objetivo?, ¿relajada?, ¿agradecido?, ¿tranquila?, ¿orgulloso?…

¿Cómo será esa nueva realidad que tanto anhelas? ¿Qué mejorará en tu vida y en la de las otras personas?

Llévalas contigo a todas partes. Puedes colocar notitas adhesivas con tus afirmaciones en lugares visibles, como la pantalla del ordenador o el espejo de tu habitación.

También podrías grabarlas en una nota de voz y escucharlas cuando caminas, viajas o haces ejercicios, e incluso crear recordatorios en tu calendario para que todos los días aparezcan a la misma hora y pongan tu atención en lo que sí quieres para ti.

Hasta aquí, ¿cómo vamos?

¿Tienes dudas sobre cómo se vería una afirmación positiva que funciona?

Para que tengas más clara la estructura de las afirmaciones positivas, a continuación te presento algunos ejemplos que espero sean de inspiración:

Para empezar te comparto dos afirmaciones que yo utilizo muy a menudo y que responden a cuestiones personales que quiero alcanzar y mejorar:

“Yo confío en la vida, me siento segura y protegida.”

“Todo lo que como me nutre y me da vida.” 

Otras afirmaciones, que tal vez ya escuchaste y que podrían inspirarte, son: 

“Todos los días y de todas las maneras posibles, yo estoy mejor, mejor y mejor.”

“Todo está bien en mi mundo y mejora a cada segundo.”

“Creo en mí y confío en mi propia sabiduría.”

“Yo soy salud perfecta.”

“Me amo, me respeto y me acepto tal y como soy.”

Y si te está costando creer tus propias afirmaciones, a lo mejor el gerundio es lo indicado:

“Yo estoy mejorando mi salud ahora mismo.”

“Mi cuerpo está sanando y mejorando cada día.” 

“Mis pensamientos positivos me están ayudando a crear la vida que deseo.”

“Amo a la persona en la que me estoy convirtiendo.”

Juega con las palabras hasta que aparezcan las afirmaciones positivas adecuadas, esas que resuenen contigo y te den una cálida sensación de esperanza.

Recuerda. Mantén tu afirmación en el presente, centrada en lo que quieres y en lo que te hace sentir bien.

¿Cuál es la primera afirmación positiva que incluirás en tu vida?

Comparte en los comentarios.

Será un placer leerte.

Autora:

Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)

Coach ontológico y escritora

Fundadora de El Refugio del Artista

Redactora en Axon Training

AXON TRAINING

Dejar comentario


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

× ¿Quieres un Ebook gratis?