Pensar fuera de la caja, ¡desafía las reglas!

En este artículo encontrarás una breve reflexión sobre la necesidad de soltar los moldes junto a 7 recomendaciones para empezar a vivir y pensar fuera de la caja.

“Más vale malo conocido que bueno por conocer” (refrán popular).

¿Has dicho alguna vez esta frase? ¿Cómo te sientes cuando la lees? ¿Qué piensas?

Reflexiona por un momento. 

Por lo general, la mayoría de las personas preferimos que las cosas se mantengan como están. Nos aterra lo nuevo o diferente y solemos aferrarnos al statu quo como si fuera la única alternativa que tenemos para vivir.

Sin importar cuán terrible sea una situación, de alguna manera nuestro cerebro está programado para preferir la certeza, aunque sea desgraciada, a la incertidumbre con la promesa de un futuro mejor.  

Al fin y al cabo, cuando vivimos bajo las reglas establecidas y nos conformamos con lo que es, sabemos lo que nos espera. Hay pocas decisiones que tomar, pues, a fin de cuentas, ya todo está dicho. Sabemos qué esperar, cómo reaccionar, e incluso, si las cosas van mal, ya sabemos que así será, y hasta contamos con algunas rutas de solución en el manual.

Lamentablemente, cuando aceptamos esta forma de vivir, estamos negándonos la posibilidad de la evolución, del disfrute, del progreso e incluso del avance y mejoramiento de nuestra comunidad.

Han sido los pensamientos disruptivos y las personas que se atrevieron no solo a pensar fuera de la caja, sino a vivir fuera de ella, quienes han permitido avances científicos, tecnológicos, sociales y culturales de extraordinaria contribución para toda la especie humana. 

Entonces…

Si por alguna razón, te has sentido atrapada, atrapado, en una vida llena de reglas que no son las tuyas, que te impiden vivir en plenitud y contribuir con alegría y satisfacción con el mundo que te rodea, es hora de hacer algo al respecto. 

¿Cómo puedes redescubrir la verdadera felicidad? ¿Cómo recuperar tu vida y vivirla sin complejos ni limitaciones?

Prueba estas 7 recomendaciones para empezar a vivir y pensar fuera de la caja: 

Aunque es un camino largo y requerirá paciencia, dedicación y mucha compasión para contigo, estas propuestas seguramente te brindarán algo de guía.

1. Date tiempo para pensar

El mayor problema al que nos enfrentamos cuando vivimos aferrados a la idea de que “las cosas son como son”, es que muy pocas veces tomamos decisiones genuinamente propias, estas están viciadas por las opiniones de los demás y por lo que “debería ser”.  

Para evitar dejarte llevar por la corriente, no tomes decisiones relevantes para tu vida sin antes reflexionar, profundamente, sobre lo que realmente quieres o consideras lo mejor para resolver la situación.

Pregúntate el “para qué” de las cosas. No des una respuesta inmediata y automática, cuestiónate a ti misma, a ti mismo, y a la decisión que estás por tomar.  

Si consideras que eso de tomar decisiones y hacer análisis profundos no es lo tuyo, ¡no te preocupes! Siempre puedes pasarte por el artículo: ¿Te cuesta tomar decisiones? Deja que te demos una mano y hacerte de una interesante herramienta para facilitar tu camino.

2. Establece tus propios objetivos

¿Cada día que amanece repites las mismas acciones automáticas y sin sentido? ¿Sientes que tu día no es más que la reproducción exacta del anterior? ¿Vas caminando sin rumbo fijo, con el único objetivo de sobrevivir?

Date un tiempo para frenar y reflexionar. Examínate.

¿Qué es lo que esperas de tu vida? ¿Hacia dónde quieres ir? ¿Cuál es el siguiente paso que quieres dar?

Aunque, puede parecer un trabajo difícil indagar en nuestras verdaderas aspiraciones y deseos, sabiendo que muchas veces están teñidos de las expectativas de otros, la idea principal del ejercicio, por ahora, es que logres salir de los patrones y avanzar, al menos en alguna medida, hacia una vida más acorde a lo que tú, genuinamente, anhelas.

Empieza de a poco; con el tiempo, date la oportunidad de examinar cada ámbito de tu vida.

¿Para quién has estado realizando la labor que hoy ejecutas? ¿Vas, simplemente, a trabajar todos los días o abrazas diariamente una carrera que te llena?

¿Por qué te esfuerzas tanto por encajar en ese grupo social?

¿Cuándo empezaste a vivir la vida en función de cumplir los sueños de otro?

Ahora es el mejor momento para despertar y averiguar qué es lo que quieres hacer en realidad, a pensar fuera de la caja. Indaga sin miedo, entrégate a construir objetivos que realmente vayan de la mano contigo y con tus valores.

¡Piérdele el miedo a preguntar(te)! 

3. Sueña en grande para pensar fuera de la caja

Cuando nos hemos dejado arrastrar demasiado tiempo por la corriente, es muy posible que todos nuestros sueños y aspiraciones se hayan diluido por el ruido de la multitud y ya no tengamos ni idea de lo que queremos.

Por eso, un ejercicio fundamental para salir del molde es darte la oportunidad de volver a soñar.

Acostúmbrate a imaginar todas las cosas increíbles que harías para mejorar tu vida, la de tus seres amados y la del mundo entero, si no tuvieras limitaciones o miedos. Cuanto más grandes e inverosímiles te parezcan, mejor.  

Para ejercitar tu imaginación y creatividad, olvida por un momento lo concreto de construir objetivos y metas, céntrate únicamente en disfrutar de ese mundo bonito e ideal, de lo que harías si solo fuera cuestión de soñar. 

Poco a poco, el ejercicio te mostrará sueños más definidos, que probablemente se presenten en tu mente como grandes proyectos, metas, objetivos y, a lo mejor, pequeñas acciones específicas para avanzar hacia donde realmente quieres ir. 

Juega, no cuesta nada soñar y puede traerte muy gratas sorpresas.

4. Piérdele el miedo a las ideas

Cuando vivimos en espacios muy conservadores y cerrados, la certeza y lo establecido, ya sea que funcione o no, es la norma. Por lo tanto, la innovación, la espontaneidad y la originalidad no siempre son bien recibidas.

Al principio, generalmente en la infancia, expresamos libremente lo que pensamos y encontramos soluciones creativas que a nadie más se le hubiera ocurrido, pero con el tiempo y el rechazo que recibimos, resulta más fácil callar y asentir con la cabeza, se vuelve una cuestión de sobrevivencia.

Ahora, te vas a dar la oportunidad de sacudir las cosas un poco. Si viene una idea loca a tu cabeza, compártela, a lo mejor sea la fórmula para resolver los males del mundo, no te calles. 

Y si crees que hablar sobre tus ideas es mucha audacia, o que no estás preparada, preparado, para semejante prueba, elabora una “bitácora de ideas geniales” y vuelca en ella todas las posibilidades que encontraste para solucionar ese problema o para crear nuevas cosas.

Escribe todos los pensamientos que no te atreves a verbalizar. Revísalos en otro momento, con cabeza fría, puede que encuentres respuestas a cosas que ni siquiera habían cruzado por tu mente.

Piensa en esos escritores de ciencia ficción que se atrevieron a pensar fuera de la caja. Al principio, quizá fueron vistos como locos, pero el futuro les demostró que sus ideas eran posibles: globos aerostáticos, aviones, viajes a la luna, ideas fantásticas que parecían imposibles, hoy son nuestro día a día. 

5. Deja de mirar a otros

¿Cuántas veces te has puesto a mirar la glamorosa vida de otras personas en redes sociales? ¿Cómo te sientes cuando lo haces? 

A lo mejor, te sientes triste, reflexionas sobre las oportunidades que has perdido, en lo que no has hecho. Eso, en lugar de motivarte, alimenta el bajón emocional y te paraliza. ¿Para qué seguirlo haciendo?

Date la oportunidad de vivir tu propia vida, a tu propio ritmo y bajo tus propios términos. Un ejercicio muy interesante, para empezar, es hacer una lista de deseos.

¿Qué es una lista de deseos?

Es un listado de todas las cosas que quisieras hacer durante tu paso por este planeta, nada más que eso. 

Y, ¿para qué sirve? 

Digamos que es una forma de mantener el enfoque en lo que es, genuinamente, importante para ti. Si la elaboras y paulatinamente vas tachando las misiones cumplidas, eso te dará el empuje y la motivación para seguir avanzando, a pesar de las adversidades.

Incluye todo lo que se te ocurra, sin importar lo absurdo o imposible que pueda sonarte. No importa si es algo pequeño, como atreverte a usar calcetines coloridos, o más ambicioso, como viajar por el mundo dando a conocer tu mensaje. 

¿Te interesa profundizar en esta original forma de avanzar hacia tus metas? Coloca en tu lista de lectura nuestro artículo: No logro alcanzar mis objetivos ¿Qué estoy haciendo mal?, ahí encontrarás más detalles sobre este ejercicio.

6. Dale alas a tu ser original

Mantener las cosas “tal como están” solo funciona si todas las personas hacemos lo que se espera de nosotras, sin desviar el camino o mirar hacia otras posibilidades. Esa actitud, a simple vista, parece traer paz y calma a la sociedad, sin embargo, nos lleva a perder nuestra identidad.

¿Y qué si todo el mundo viste de tal o cual manera? ¿O si no está bien visto que saludes a los extraños en la calle? ¿Y qué si “ya no estás en edad” de practicar esos deportes?

Si de verdad queremos honrar nuestra originalidad, nuestras sensibilidades y talentos, tenemos que soltar un poco nuestro miedo al “qué dirán”, aceptando nuestras rarezas y disfrutando de esas excentricidades que nos hacen la persona singular que somos. 

Sé extravagante, divertida, divertido, y decididamente tú, en todos los ámbitos de tu vida. Ponte corbatín, aunque no esté de moda, canta de camino al trabajo, si es lo que quieres hacer, impón tu propia tendencia, quien sabe y seas el impulso que otros necesitan para dejarse ver también.

7. Deja de jugar el juego que te han impuesto

¿Te has dado cuenta de que al parecer hay hitos en la vida de los que no puedes escapar?

El statu quo también implica cumplir con una serie de requisitos que te hacen “una persona respetable y normal”, entendiendo por normalidad lo que está bien para la sociedad.

Por eso, lamentablemente, cuando decides vivir y pensar fuera de la caja, también debes prepararte para las preguntas incómodas y las personas que tienen un especial apego a que las cosas permanezcan “como siempre han sido”. 

A qué me refiero…

Dependiendo del género o la edad, vas a tener que escuchar más de una vez:

• “¿Aún no te has casado?”
• “¿Cuándo vas a tener hijos?”
• “¿No te parece que ya estás muy grande para ir a la universidad?”
• “¡Cambiar de carrera a estas alturas! ¿Estás loco?”…

Y otros cientos de preguntas o expresiones similares que surgen desde la incomprensión de lo diferente y desde la necesidad de que las cosas permanezcan invariables, más que desde un genuino deseo de ayudarte a tomar tus propias decisiones vitales.

La recomendación ante esta situación es trabajar en el autoconocimiento, en determinar el “para qué” de tus propias elecciones, en fortalecer tu valía personal y tener la convicción de tus valores y sueños. Esa será la mejor manera de que sus preguntas e insinuaciones no se metan en tu piel y termines siguiendo el calendario de tus antecesores.

Como te habrás dado cuenta, escapar de una caja que tú no has creado, puede ser una tarea desafiante y bastante incómoda. De hecho, al principio, puede parecer una tarea casi imposible. No obstante, trabajar en ti misma, en ti mismo, en incluir nuevos hábitos y dejar de lado esos que no te sirven, puede ser de gran ayuda. 

Así que, sé paciente contigo misma, contigo mismo, toma nota de las ideas que más te resuenan, ve a tu propio ritmo, empieza en pequeño y, hagas lo que hagas, asegúrate de honrar tus sueños, tus valores y tu propia integridad como ser humano.

Hemos llegado al final de este viaje.

¿Cuándo empiezas a dar tus primeros pasos para vivir y pensar fuera de la caja? ¿Qué es lo primero que harás?

Anímate a compartir tus ideas en los comentarios y, por sobre todo, ¡atrévete a pensar fuera de la caja!

Autora:

Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)

Coach ontológico y escritora

Fundadora de El Refugio del Artista

Redactora en Axon Training