¿Estás buscando una estrategia para mejorar tu capacidad de escuchar activamente?
En este artículo te comparto no solo una , sino nueve estrategias, que aunque sencillas, si logras incorporarlas en la práctica diaria, mejorarán tu escucha de manera exponencial.
¿Quieres profundizar sobre la forma de mejorar sustancialmente tu capacidad de escuchar activa y genuinamente?
Si así lo decides…
Te invito a que me acompañes en este recorrido, que espero te provea de interesantes herramientas para mejorar tu práctica de coaching y, sin duda alguna, todas tus relaciones.
Si ya eres coach, te estás formando para ello o quieres mantener relaciones saludables con otras personas, te aseguro que esta es una habilidad que deberás estar dispuest@ a ir perfeccionando a lo largo de tu vida.
Aunque las nueve estrategias que te propongo a continuación no son las únicas a cultivar, sí considero que son un sencillo y efectivo primer paso para convertirte en un@ escuchante más genuin@, activ@, precis@ y comprometid@.
Vamos a ello…
UNO. Mantén el contacto visual
Mirar a los ojos de la otra persona es fundamental para establecer un vínculo de confianza y le dirá a tu interlocutor, ya sea este tu cliente, tu coachee u otra persona en tu vida, que realmente te interesas por lo que te está diciendo.
Además, el mantener contacto visual de manera regular te ayudará a mejorar tu capacidad de atención y hará mucho más difícil que te distraigas.
Nota importante. No es necesario que mires a sus ojos de manera fija e ininterrumpida, pues esto puede resultar contraproducente. Podría hacerle sentir que te encuentras en una actitud inquisidora e intimidar a tu interlocutor.
DOS. Mantén tu postura

Aunque arreglarte y acomodarte de vez en cuando está bien, es importante que evites moverte constantemente, jugar con tu pluma (o con cualquier otra cosa) o mirar tu celular.
Estar inquiet@ le transmite a la otra persona una sensación de que no estás interesad@ en su conversación.
TRES. No interrumpas
Esta es una regla que puedes romper solo cuando tengas una muy buena razón.
¿Y cuál es una buena razón?
Una buena razón para interrumpir puede ser la necesidad de clarificar algo que no solo te permita a ti comprender de lo que el cliente está hablando, sino que le permita a la persona aclararse a sí misma.
Para lo que definitivamente no debes interrumpir, es para exponer tu punto de vista, darle tus opiniones y establecer juicios de valor sobre lo que te está transmitiendo.
CUATRO. Observa el lenguaje no verbal
¿Has escuchado la frase: “una sonrisa vale más que mil palabras”?
Pues así es, una sonrisa, un gesto, un movimiento de los ojos, gran parte de nuestra comunicación se produce de manera no verbal.
Nuestra gestualidad puede delatarnos, decir aquello que nos esforzamos por ocultar, incluso los más expertos pueden decir mucho de tu historia de vida solo observando tu corporalidad y tus gestos.
Por esa razón, te invito a observar las pistas no verbales que la otra persona emite mientras habla. Por ejemplo: si se siente incómod@, es posible que se muestre inquiet@. Si está nervios@, puede que no te mire a los ojos.
Explora los indicios que la persona te comparte con sus cambios de energía, con sus comportamientos y emocionalidad.
Recuerda. Estas señales silenciosas pueden ayudarte a entender y desenmarañar el genuino sentir de la otra persona.
CINCO. Parafrasea y clarifica
A veces, cuando alguien nos habla, lo que nos dice no resulta tan claro para nosotr@s como quisiéramos. Y muchas de esas veces la conversación se vuelve confusa y se presta para malentendidos, más aún, en un mundo tan interconectado y global como el nuestro.
Las jergas, modismos, localismos y demás formas particulares que tenemos de expresarnos pueden hacer complejo algo que parecería tan sencillo, como dos personas hablando en un mismo idioma.

Por eso, te invito a que parafrasees lo que ha dicho la otra persona y no tengas miedo de aclararlo cuando lo creas necesario.
Puedes decir cosas como:
“Para asegurarme de que estoy entendiendo lo que me compartes, me dijiste que… ¿Es correcto?”.
O también puedes decir algo como “Lo que escucho es… ¿Escuche bien?”.
Esta sencilla práctica no solo te ayuda a saber si tú y tu interlocutor se encuentran en la misma página, sino que le da a la otra persona la oportunidad de escucharse y corregir el rumbo o confirmar que su conversación está yendo por el camino que quiere.
También en muchas ocasiones, este solo acto de volver a escuchar sus propias palabras le proveen a nuestro cliente de una nueva perspectiva y le permiten darse cuenta de cosas que antes no veía.
Y como un beneficio adicional, das cuenta a la otra persona de que te encuentras presente en el espacio, e interesad@ genuinamente en su proceso.
SEIS. Brinda confianza para expresar
¿Alguna vez has tenido dificultad al transmitir alguna idea o te ha resultado complejo profundizar en algún tema personal?
Pues, es muy probable que a tu cliente le suceda lo mismo en algunas ocasiones, posiblemente porque no encuentra las palabras o porque le resulta muy desafiante indagar en ciertos lugares.
En estos casos, y siempre que tu intuición te lo dicte, reitérale que se encuentra en un lugar de confianza y confidencialidad, que está segur@ y que se deje ir con la conversación.

Además, sé cautelos@ en tu intervención, y solo si lo ves necesario indaga un poco más en la historia, con preguntas simples como:
“¿Y entonces?”
“¿Qué pasó después?”
Anímale a continuar con el relato, sin presionar.
Una breve nota de advertencia. Animar no significa intervenir o guiar la conversación; es simplemente facilitar al cliente el recordar datos que ya está buscando de antemano, o hacerle sentir que está en un lugar en donde puede compartir con libertad.
SIETE. Pregunta sin miedo
A pesar de que, el arte de preguntar poderosamente es un tema digno de tratarse de manera independiente y de que ya lo hice en anteriores publicaciones; es imposible dejar de abordarlo (por lo menos brevemente), cuando de escucha activa se trata.
Es importante, por no decir vital, que como coach y ser humano te concentres en recuperar la habilidad innata que tienes para preguntar desde la genuina curiosidad, esa que cuestiona desde la inocencia de un aprendiz.
Cuando estás comprometid@ con escuchar para acompañar y apoyar el proceso personal de otro, y estás presente en el espacio conversacional, serás capaz de detectar si hay algo que esa persona no está pudiendo comunicar, y en ese trance de conexión, seguramente surgirá esa pregunta que le ayude a desenredar el nudo que le está aprisionando.
Es en condiciones como esas, en las que está perfectamente bien indagar para sacar a la luz información relevante, para sondear sobre el estado del proceso, y también, porque no, verificar que tú, como coach, estás acompañando desde un lugar de mayor claridad, que tu escucha está alineada a lo que tu interlocutor está queriendo transmitir.
Ocúpate siempre de preguntar para la posibilidad, de hacer preguntas que consideres vitales, constructivas y que aporten positivamente a la situación que atraviesa tu coachee.
OCHO. Amígate con el silencio
Aunque lo he mencionado en otras ocasiones, y seguramente lo has escuchado más de una vez, nunca es suficiente cuando de hablar del silencio se trata.
Guardar silencio dentro de un espacio de comunicación y escucha realmente efectiva es una poderosa herramienta que no solo invita a la reflexión, sino que también te permitirá:
Propiciar y permitir momentos de introspección en la otra persona, ese descubrimiento o click que se produce a veces, esa conexión de ideas o asociación de situaciones.
Separar etapas del proceso, diferenciar el final y el inicio de cada una de ellas; además de darte un momento para analizar y organizar tus propios pensamientos.
Detectar algo importante para el cliente, e invitarle a la reflexión solo con guardar silencio.
Preguntar sin preguntar, pues el silencio en sí mismo es un poderoso mensaje.
Te invito a que pruebes la magia del silencio en cada una de tus conversaciones, ya sea esta una sesión o simplemente una conversación casual y cotidiana.
Y si te está costando mucho mantenerte en silencio, haz un breve ejercicio de atención plena (imperceptible para tu interlocutor): inhala y exhala profundamente por nariz (con la boca cerrada), haz contacto visual, recuerda el “para qué” estás en esa conversación y reconecta.
¿Te animas a conectar con el poder del silencio?
NUEVE. Respeta la mirada del otro
Esta última estrategia tiene que ver con tu forma de conectar con el otro y respetar su posición frente a la vida.
A qué me refiero…
Primero, evita emitir juicios de valor sin abrir la boca, es decir, cuida tu lenguaje corporal, gestualidad e incluso el sonido que puedes llegar a emitir frente a una afirmación o un relato de tu cliente.
Es importante que seas consciente de que tu aprobación o desaprobación tácita del relato del cliente puede provocar que la otra persona se reprima de expresarse con libertad y esto afecte por completo el proceso.

Asegúrate de que los sonidos que emites o las muletillas que utilizas le dejen saber a la persona que estás presente, sin juicios de valor.
Y si tienes la oportunidad, graba alguna sesión y observa tu gestualidad para ir corrigiendo posibles debilidades.
Segundo, ten siempre presente desde donde habla tu cliente, su entorno, identidad cultural, sus vivencias, creencias y valores; y desde ese contexto haz el ejercicio de integrar sus palabras, tono de voz, lenguaje corporal y emocionalidad, para observar de manera integral lo que quiere transmitir.
Nota importante. Cuando hablamos de incorporar nuevos hábitos en nuestra vida, hacer tantos cambios puede resultar abrumador, por ello siempre te recomiendo que incorpores las prácticas que más sentido te den, y cuando se vuelvan naturales, entonces sigue con algo más.
Te invito a probar estas recomendaciones en tu vida diaria, estoy segura de que notarás un cambio radical y positivo en tu manera de escuchar.
Gracias siempre por leerme.
Si tienes estrategias, consejos o experiencias que compartir a este respecto, hazlo sin dudar en los comentarios.
Me encantará leerte.
Autora:
Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)
Coach ontológico y escritora.
Fundadora de El Refugio del Artista.
Redactora en Axon Training.

Wao.me.encanto quisiera saber mas que tiempo se estudia y cuanto esta
¡Hola Elizabeth!
Gracias por leer nuestra nota.
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