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6 habilidades que todo coach ontológico debe cultivar

En este artículo descubrirás las 6 habilidades esenciales que todo coach ontológico debe desarrollar y fortalecer, para alcanzar la excelencia en su práctica. 

Si has llegado hasta aquí, lo más seguro es que seas una persona comprometida con su desarrollo personal, y probablemente, te encuentres en la búsqueda de nuevos horizontes en tu esfera profesional.

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A lo mejor, eres una coach o un coach ontológico, siempre a la vanguardia, buscando nuevas alternativas de mejora continua o una estudiante, un estudiante, de la carrera de coaching, que no se quiere perder detalle de lo requerido para convertirte en la mejor versión de coach que podrías ser. 

Siendo el coaching ontológico un poderoso enfoque que procura acompañar a las personas a liberar su potencial y a lograr sus metas y objetivos desde la mirada del SER, para luego hacer y tener, el trabajo personal que debemos asumir como profesionales del coaching, no es menor, pues tenemos en las manos una delicada tarea. 

Por eso, si quieres ser una coach o un coach ontológico, que realmente sea capaz de impulsar y acompañar este proceso de manera efectiva, es crucial que te comprometas a cultivar 6 habilidades clave para el éxito del proceso y de la relación coach-cliente. 

Y ¿cuáles son estas habilidades que todo coach ontológico debe desarrollar?

Pues, vamos a ello, sin más demora.

1. Escuchar activamente

La escucha activa, también conocida como escucha comprometida, es uno de los pilares más importantes de un proceso de coaching.

Escuchar activamente implica enfocarnos, totalmente, en el relato de nuestro interlocutor, sus emociones, lenguaje corporal y tono de voz. Significa abrir nuestra mente a nuevas realidades, a mirar al otro con compasión, comprensión y respeto.

Cuando practicamos esta habilidad, podemos obtener información valiosísima sobre el estado emocional de la persona, su punto de vista, su historia de vida, creencias y aspiraciones.

Aunque, a veces, esta puede confundirse con la escucha empática, va mucho más allá. Pues, no solo implica “ponerse en los zapatos del otro”, comprender sus sentimientos y brindarle compasión y respeto, sino que también supone dejar en pausa nuestros propios juicios y prejuicios, para escuchar más allá de las palabras y acciones, desafiar las creencias de la otra persona y provocar movimiento. 

Las herramientas básicas para llevar adelante este proceso son: los silencios, las preguntas y el parafraseo.

El don de escuchar genuinamente, te permitirá orientar tus estrategias por el camino adecuado, para responder al proceso único de cada persona.

Si quieres trabajar más a fondo para fortalecer esta destreza, pásate por: Profundizando en la maestría de escuchar activamente. Allí encontrarás las estrategias clave para lograr tu objetivo. 

2. Hacer preguntas poderosas

Nuestra capacidad para hacer preguntas poderosas, que “muevan el piso”, que indaguen en la posibilidad, que generen pensamientos novedosos, es clave para movilizar los recursos necesarios en la otra persona, y permitir que aparezcan ideas, emociones, y acciones constructivas, encaminadas a responder efectivamente ante el desafío que atraviesa.

Estas preguntas buscarán acompañar a la persona en el camino del autodescubrimiento, la reflexión profunda, el cuestionamiento de suposiciones, la exploración de nuevas posibilidades y el aprendizaje continuo.

El objetivo de preguntar poderosamente, siempre será el de estimular al otro para que encuentre sus propias respuestas, soluciones y estrategias para afrontar los retos que se le presentan en la vida.

Los elementos básicos de una pregunta poderosa son:

  • Que sea clara, breve y concreta.
  • Que utilice pronombres interrogativos como: qué, para qué, quién, cómo y cuándo.
  • Que sea abierta, es decir, que requiera de una respuesta libre y elaborada, más allá de sí o no. 
  • Que no sea hecha desde la curiosidad, sino desde la genuina búsqueda de despertar los recursos ya existentes en la persona. 

¿Te gustaría reforzar tus habilidades para preguntar? No dudes en pasarte por: Profundizando en el arte de preguntar poderosamente.

Estos recursos adicionales, no solo aportarán a potenciar tu práctica, sino que también le darán un buen impulso a tu vida personal.

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Coach haciendo preguntas poderosas a sus coaches

3. Cultivar la inteligencia emocional

La inteligencia emocional, a muy breves rasgos, es la capacidad que tenemos de reconocer, comprender, gestionar, valorar y expresar nuestras propias emociones acertadamente, y así conectar con las emociones de los otros con compasión, empatía, asertividad y respeto.

Siendo las emociones parte integral de nuestro ser, mientras más conscientes nos encontremos de ellas, seremos más capaces de crear entornos seguros y cercanos para que nuestros clientes se expresen con autenticidad y confianza. En este contexto, será mucho más sencillo facilitar conversaciones transformadoras y obtener los resultados esperados.

Si no sabes por dónde empezar, no desesperes, puedes hacerlo ahora mismo: 

Primero, comprométete a sentir.

Segundo, aprende y practica técnicas de respiración consciente. Empieza por respirar profundamente ahora mismo y soltar el aire con alivio.

Tercero, habla de lo que sientes con personas en las que confíes y sepas que te escucharán sin juzgarte.

Cuarto, pide ayuda cuando la necesites, aunque sientas un nudo en la garganta o tensión en la panza. 

Quinto, incluye en tu rutina diaria una actividad que te resulte relajante y agradable, (pintar, escuchar música, caminar, leer, lo que se te ocurra).

¿Quieres ir un paso más allá en tu camino de cultivar la inteligencia emocional? Recuerda visitar: Inteligencia emocional: Aprende a gestionar lo que sientes, estoy segura de que te será de mucha ayuda.

4. Tener conciencia y sensibilidad frente a lo diverso

Estar conscientes de la diversidad en todas sus ramas es esencial para el éxito de nuestra práctica, si realmente queremos brindarnos al mundo. 

Cada ser humano sobre la faz de la Tierra tiene un bagaje cultural singular, que no solo está integrado por las creencias religiosas y políticas, la raza, la nacionalidad, el género, la geografía o las costumbres del lugar en que se crió, sino que, también está matizado por las vivencias familiares, las experiencias personales, e incluso, la propia biología.  

Por esta razón, es crucial que como coaches ontológicos asumamos el compromiso de despojarnos de los prejuicios, para respetar y apreciar los valores, creencias, costumbres y maneras de ser de nuestros clientes. Cuando aceptamos la diversidad, somos capaces de crear entornos inclusivos, que honran y celebran las diferencias, fomentando así un ambiente de confianza y mayor colaboración.

Si quieres darte cuenta de las cosas que, realmente, supones sobre los demás, empieza a analizar tus actitudes en la cotidianidad. Por ejemplo: escucha lo que dices y piensas sobre otras personas de diferente raza, género, estatus social o nacionalidad, que la tuya.

¿Cuál es ese primer pensamiento que viene a tu mente?

“Los de tal religión son…”

“Las mujeres siempre…”

“Los hombres nunca…”

“Todos los (nacionalidad/raza) son…”

Evalúa tu relación con lo distinto y luego encuentra argumentos para refutar cada idea que consideres descalificante. Investiga sobre el tema, date la oportunidad de abrir tu mente a nuevos horizontes. 

¿Quieres potenciar aún más tu conciencia y sensibilidad respecto a lo diverso? Visita: Etiquetas: adjetivos que dividen y nos impiden avanzar, allí encontrarás las herramientas necesarias para empezar.

5. Estar presente y consciente

Estar plenamente presentes y conscientes de lo que ocurre con nosotras, con nosotros, y con la otra persona, durante un encuentro, es indispensable para crear un espacio de confianza y apertura. 

La presencia en el coaching implica habitar el aquí y el ahora en su máxima expresión. En una actitud de apertura, conciencia, aceptación, no juicio, curiosidad, amor y compasión.

Esta habilidad implica poner atención plena en la conversación que mantenemos, significa observar al otro en toda su expresión, sus mensajes verbales y no verbales, su lenguaje corporal, su gestualidad, su energía, e incluso, todo aquello que no se dice.

Para lograrlo es importante que nos hagamos de técnicas de centramiento, relajación, atención plena y enfoque. De tal manera, que logremos, aún con nuestros propios desafíos a cuestas, estar presentes para el otro y acompañar su proceso de manera efectiva y amorosa.  

Si todavía no cuentas con estos recursos, te sugiero pasarte por: ¿Te gustaría experimentar el estado coach? De esta manera, dispondrás de tu primera herramienta para aplicar antes de las sesiones y, de seguro, todo fluirá como el agua.

6. Aprender y desarrollar nuevas competencias

El aprendizaje continuo y el compromiso con un proceso de desarrollo personal a largo plazo, son requisitos imprescindibles para mantener nuestra profesión viva y floreciente.

Invertir todos los recursos necesarios en nuestro propio conocimiento, actualización, preparación y cuidado personal integral, resulta clave a la hora de ofrecer un acompañamiento genuinamente valioso y efectivo a las personas que depositan su confianza en nosotras, en nosotros.

Si por cualquier razón, tienes alguna resistencia con respecto a seguir aprendiendo y actualizando tus conocimientos y habilidades, y no sabes por dónde empezar a reconectar con tu impulso natural de explorar, aprender y crecer, no dudes en pasarte por: Abraza el camino del aprendizaje permanente, estoy segura de que será de gran ayuda a la hora de reencontrarte con tu YO aprendiz.

Aunque estas 6 habilidades son, simplemente, una pequeña porción de todas las competencias que necesitamos incorporar para acompañar a otras personas, podría decirse que son el punto de partida para avanzar con pie derecho en nuestra práctica.

Entonces, ahora que hemos llegado al final…

¿Tomaste nota de las habilidades que debes cultivar como coach ontológico y de los recursos adicionales que te podrían ayudar? ¿Sí? ¡Genial!

Entonces, ¿cuándo empiezas?, ¿cuál es tu primera competencia a fortalecer como coach ontológico? 

Comparte tus hallazgos y reflexiones en los comentarios. 

Siempre es un placer aprender junto a ti.

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Autora:

Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)

Coach ontológico y escritora.

Fundadora de El Refugio del Artista.

Redactora en Axon Training.

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