No es novedad que la sociedad de hoy se actualiza tan rápidamente que, mientras estamos aprendiendo algo, ya hay nuevos conocimientos por delante que nos exigen ser incorporados para estar en vanguardia y crecer profesionalmente.
Seguir este ritmo puede resultar agotador para algunos, lo que puede darnos la sensación de obsolescencia profesional y generarnos estrés. ¿Cómo rompemos el límite en nuestra profesión sin pasar por ello? A continuación, tenemos para ti unas estrategias que te ayudarán a crecer profesionalmente empezando por lo más importante: tú.
1. Replantea tu compromiso diario
Si ingresamos la palabra “Compromiso” a un buscador para encontrar su significado, lo primero que veremos será la palabra “obligación”. Teniendo esta palabra como resultado, no es sorpresa que como sociedad hayamos construido un enfoque tan rígido hacia el compromiso.
Desde el Coaching Ontológico sostenemos que el compromiso está siempre presente, incluso si este no coincide con lo que decimos que queremos lograr. Por ejemplo, cuando despertamos más tarde y hemos apagado todas las alarmas, es porque estuvimos comprometidos con dormir un poco más. Si, hacer esas cosas también significa estar comprometido, pero comprometido a otro fin no dicho.
Preguntarte al empezar el día cuál es la realidad que quieres lograr, te ayudará a replantear tu compromiso y alinearlo día a día contigo, para que así logres reforzar la mentalidad para crecer profesionalmente. Te invitamos a preguntarte: “¿Qué es lo que quiero hoy?”, “¿qué procesos disfrutaré con el fin de ir tras el futuro que quiero alcanzar?”. ¡Inténtalo y déjanos un comentario contándonos cómo te fue!

2. ¡Basta con la exigencia!
Desde nuestra infancia, nos hicieron creer que para ser grandes y romper límites que nos diferencien del resto, había que exigirnos siendo más disciplinados, privándonos de ciertas cosas y haciendo más de los que nos pedían; en pocas palabras: sacrificándonos.
Crecer con esta idea puede resultar muy duro; especialmente cuando nos hacemos adultos y descubrimos que la exigencia no es necesariamente la clave del éxito pero sí la de una vida estresante. Por ello, te proponemos un nuevo plan: ¡Disfrutar de lo que más te gusta hacer!
Cuando dejes de pensar en el “tengo que” y empieces a vivir el “quiero”, verás cómo poco a poco irás disfrutando más las tareas que te nacen hacer por voluntad propia y más aún, los resultados que surgen de ahí. Con esto no queremos decir que dejes de esforzarte, pero sí que inviertas tus energías en hacer lo que amas para crecer profesionalmente.
3. Tu comunicación cuenta
¿Cuándo fue la última vez que pediste ayuda para lograr algo? Es cierto que no siempre vamos a obtener la respuesta que deseamos de las personas que nos rodean; sin embargo, un gran primer paso es poder decir lo que pensamos de manera asertiva a nosotros mismos y a quienes nos rodean. De dicho modo, el mundo tendrá en cuenta cómo abrirnos una oportunidad más para superarnos.
Prueba desarrollar esta comunicación empezando contigo mismo y escuchando qué es realmente lo que quieres alcanzar a futuro. ¿Qué puedes empezar a hacer por ti? ¿Cuáles son tus metas y esa realidad ideal donde quieres vivir? Empieza a canalizar tus energías hacia estos resultados y las acciones que realices a partir de ahora; ¡di lo que piensas y comparte esas grandes ideas que tienes! El mundo no tardará en notar tu potencial.
4. Gestiona tus emociones
Hacernos cargo de nuestras emociones y poder distinguirlas en cada área de nuestra vida, nos ayudará a mantener bajo control diversos sentires como el estrés o la ansiedad, ayudando a que nuestras habilidades blandas se den a notar y podamos expresar nuestras mejores ideas sin problemas, demostrando nuestros talentos en el entorno laboral.
¡Hay muchas formas de aprender y seguir desarrollándonos laboralmente! Sin embargo, todas tienen un punto de partida: Escucharnos a nosotros mismos y poner en orden nuestro interior para luego mostrarnos al mundo. ¿Qué emociones estás sintiendo? ¿cómo la gestionarías a tu favor para crecer profesionalmente?

5. Aprende Coaching
El Coaching – traducido al español como “Entrenamiento”– es hoy una profesión muy amplia de donde derivan mil y un ramas, como: el coaching ontológico, el ejecutivo, el organizacional, el de vida, de pareja, familiar, deportivo, y si seguimos, la lista parecería interminable. Esto resultó un cambio positivo en esta disciplina, porque permitió prestar atención a cada área que compone la vida de una persona.
Lo que tienen en común todas estas especialidades es que empiezan partiendo por algo en común: el desarrollo personal de quien lo estudia. Facilitan el aprendizaje, el autoconocimiento y el trabajo personal, permitiendo a quien lo estudie, transformar su Ser en primera instancia y romper los obstáculos personales y profesionales que tenía impuestos mentalmente. ¡Además te abre más oportunidades laborales!
Para finalizar, crecer significa también trabajar en nosotros a nivel personal, desarrollando las habilidades que nos hacen únicos.
Aplicando estas cinco sugerencias, verás cómo siendo tú mismo podrás destacarte y seguir desarrollándote sin necesidad de ejercer mayor presión sobre ti mismo. Recuerda que lo esencial de la vida es disfrutar el camino por el cual transitas. Lo demás, queda en segundo plano.
¿Quieres conocer tu Ser a profundidad? ¡Aprende de Coaching Ontológico con nosotros y transforma el mundo que te rodea! Inscríbete aquí.

Me parece importante lograr realizar metas sin imponerme sacrificios sino todo lo contrario con toda la serenidad del caso. Amo lo que hago me gusta pero falta inpulsarlo a mis cl i entes. Soy diseñadora de trabajo do lo relacionado con moda y decoración navideña etc . Quiero aprender. Gracias
¡Genial, Ruth! El Coaching podrás aplicarlo en tu profesión perfectamente 😉 Para aprender, te invitamos a ingresar aquí y dejarnos tus datos: https://axontraining.com/