Los 13 rasgos más notables de un mentor ideal

En este artículo encontrarás una lista detallada de aquellas cualidades que hacen de una persona, la mentora o mentor ideal.

Cuando tenemos grandes sueños, que van más allá de lo que creemos posible en nuestra realidad actual, empezamos a pensar que será imposible llevarlos a cabo y que más vale que nos limitemos a lo que parece viable bajo nuestras circunstancias.

La cuestión es que, en lugar de reducir nuestros sueños al nivel de nuestras limitaciones, lo ideal es crecer al tamaño de nuestras aspiraciones.

Pero, ¿cómo hacerlo?

Aunque existen varias estrategias, una que resulta muy efectiva en todas las artes, profesiones e incluso en dilemas de la vida personal, es la de conseguir una persona con experiencias exitosas en ese ámbito en el que queremos prosperar, alguien confiable que pueda guiarnos, aconsejarnos y acompañarnos durante el camino, una persona a la que comúnmente llamamos: mentora o mentor. 

A primera vista, este recurso puede parecer prescindible. Al fin y al cabo, has logrado llegar hasta aquí por tus propios medios, con mucho esfuerzo, caídas, tropiezos y trabajo duro, pero has avanzado.

Lo que no has tomado en cuenta, es todo el tiempo y esfuerzo que podrías haberte ahorrado contando con una guía, con un guía, que al transmitir sus propias experiencias, información sólida sobre lo que puedes esperar durante el viaje, orientación sobre las habilidades que necesitas y una buena dosis de contactos para asegurarte de que conoces a la gente adecuada, facilite tu proceso y haga más llevadero el camino. 

¿Te das cuenta de los beneficios? 

Estoy segura de que sí. 

Pero, por si las dudas, te comparto que tener una mentora o mentor no solamente nos ayuda a ganar tiempo y facilitar nuestros avances, también:

• Refuerza la autoconfianza,
• Nos brinda mayor seguridad a la hora de tomar decisiones,
• Abre nuestra mente a nuevas perspectivas,
• Nos dota de nuevas habilidades,

Y entre muchas otras bondades…

Hasta aquí, ¿qué opinas?, ¿te gustaría contar con una mentora, un mentor, en tu vida?

Si la respuesta es sí, o al menos, voy a pensarlo, acompáñame a profundizar sobre el tema.

¿Cuáles son las características de una mentora o un mentor ideal?

Si quieres contar con alguien que te guíe en tu camino, sea cual fuere el objetivo que deseas alcanzar, o estás pensando en convertirte tú misma, tú mismo en un mentor, es importante que tomes en cuenta estás cualidades: 

Una mentora o mentor ideal…

1. Tiene un sincero deseo de compartir sus conocimientos

Son personas que tienen un alto compromiso con la contribución, con devolverle al mundo algo de todo lo que han logrado. Brindan su apoyo por voluntad propia, no lo hacen por obligación o deber, sino por convicción. 

A lo mejor te resulte una característica algo subjetiva, la mayoría de las cualidades humanas lo son. Sin embargo, deberás echar mano de tu intuición y capacidad de observación para evaluar su verdadera intención.

2. Practica lo que predica

La persona perfecta para el trabajo es aquella que sigue sus propios consejos, es coherente en su actuar, hablar, pensar y sentir. Vive de manera auténtica, sin poses ni máscaras.  

No te conformes con alguien que “parece” vivir la vida que tú quieres. Asegúrate de que aquello que muestra en público esté en concordancia con sus verdaderas vivencias, intenciones y sentires.

3. Tiene tiempo y disposición para acompañar

Incluso si alguien está más avanzado que tú en su viaje hacia lo que deseas lograr, puede ser que todavía esté luchando con sus propios demonios o tenga toda su agenda llena de pies a cabeza.

Por eso, es indispensable que sea una persona que haya avanzado lo suficiente en sus objetivos como para que pueda ponerle atención a los tuyos y que, por otro lado, sea fácil de contactar y tenga en sus manos las decisiones sobre su agenda.

Si te quedan dudas al respecto, todo puede resolverse con una conversación abierta y honesta sobre su capacidad de asumir este tipo de compromiso, sin sobrecargarse, de tal manera que sea un proceso edificante para las dos partes. 

El pasar por alto estos detalles puede hacer que la relación se vuelva tensa y el proceso de mentoría una ruta larga, tortuosa e improductiva.

4. Un mentor ideal tiene la actitud adecuada

Durante el viaje hacia esa extraordinaria visión de futuro, es probable que experimentes más de una caída. Para esos momentos desafiantes es necesario contar con el respaldo y el aliento de tu mentora o mentor. 

Por esa razón, es indispensable que la persona que elijas sea capaz de ver las cosas de manera saludablemente optimista, que sea objetiva y a la vez tenga la habilidad de ver el vaso medio lleno.  

Además, es esencial que cuentes con alguien a quien le entusiasme genuinamente esto de hacer mentoría y le encante la idea de trabajar en tu proyecto. De lo contrario, vas a tener que luchar por su atención y la relación se perderá con el tiempo. 

5. Cuenta con una mente de aprendiz

Si bien el individuo al que buscamos debe tener mayores conocimientos que nosotros sobre el tema en cuestión, debes tener presente que nadie es poseedor de la verdad absoluta. 

Por eso, la mejor persona para el trabajo será aquella que esté interesada en aprender continuamente, que siempre esté tomando nuevas clases, leyendo libros, actualizándose con regularidad, abierta a nuevas ideas y predispuesta a aprender algo de ti. 

6. Conoce la diferencia entre retroalimentación y crítica destructiva

La mayoría de personas tenemos algún nivel de resistencia a someternos a cualquier tipo de evaluación, porque, a lo largo de nuestras vidas, esta se ha presentado a menudo en forma de críticas destructivas, juicios de valor y palabras hirientes, sin ninguna utilidad, excepto la de hacernos sentir miserables. 

A menudo se ha confundido la crítica mordaz sin filtro con la retroalimentación. Por eso, resulta vital que la persona que desempeñe este papel sepa comunicarse de manera efectiva, asertiva, no violenta y constructiva.

Tiene que ser alguien que nos provea de una visión clara y objetiva de la situación, haciéndonos ver el camino, mostrándonos los aciertos, los fallos y las posibilidades de corrección, en un espacio seguro, abierto, respetuoso y de confianza.

7. Tiene una extraordinaria capacidad de escucha

Cuando una persona acapara la conversación, sermonea, interrumpe e ignora lo que el otro dice, no es buena idea considerarla para esta labor.

La habilidad de la escucha es un elemento imprescindible para el desempeño de la mentoría. Una buena mentora, un buen mentor, callan más de lo que hablan, preguntan, repreguntan, observan y aclaran sus dudas, con la intención de obtener toda la información necesaria para brindarte su apoyo.

Si como coach experto o como especialista en otra profesión estás pensando en brindar apoyo desde este lugar y quieres reforzar tu capacidad de escucha, no dudes en pasarte por: Profundizando en la maestría de escuchar activamente.

Allí encontrarás más de una herramienta para fortalecer esta competencia.  

8. Un mentor ideal es constante en sus avances

El objetivo de contar con una mentora o mentor, es facilitar la ruta hacia tus metas, por eso, necesitas a alguien que tenga una trayectoria de logros sostenida en el tiempo, que de alguna forma haya construido, consciente o inconscientemente, un proceso hacia lo que quieres conseguir. 

Sus avances y logros en el ámbito que deseas explorar serán indicadores clave de cuán significativa puede ser esta relación para ambas partes.

9. Su grado de experticia es “vox populi”

Cualquiera es libre de autoproclamarse como experto en cualquier cosa, pero ¿en dónde están las evidencias? 

Es importante que encuentres a alguien que sea reconocido en su comunidad y ámbito de acción como un especialista. Alguien que se haya ganado un lugar en el espacio público por sus investigaciones, logros y sabiduría.

Algunas evidencias que podrías considerar, dependiendo de la esfera de interacción, son las reseñas sobre sus libros, obras o estudios; entrevistas, artículos e incluso menciones relevantes en redes sociales.

Hay que tomar en cuenta que no todo experto tiene una vida social activa, así que este es un punto que debe evaluarse con prudencia. Confía en tu criterio personal.

10. Practica la empatía

Para esos momentos en que las dos partes no logran ponerse de acuerdo, hace falta una dosis de empatía, paciencia y compasión hacia la otra persona y sus necesidades.

Para que esta clase de relación prospere, es crucial que la persona que acompaña tenga la habilidad de comprender el punto de vista de su aprendiz, ponerse en sus zapatos y entender el porqué de ciertas decisiones que a lo mejor no favorecen el progreso.

Un mentor ideal debe ser capaz de evocar la paciencia, la compasión y la astucia para redirigir el rumbo. Sin pasar sobre los valores esenciales y las necesidades del otro.

El respeto a la integridad de cada persona y a los acuerdos realizados, es fundamental para sostener el vínculo, principalmente, en épocas de tormenta.

Por si no tienes muy claro el concepto de empatía, no dudes en pasarte por: ¿Eres una persona empática? Descúbrelo y aplícalo en tu día a día, estoy segura de que te traerá claridad.

11. Un mentor ideal conoce a la gente adecuada

Tener una sólida base de contactos es un activo invaluable en tiempos como los actuales. Por eso, alguien que además de tener una amplia trayectoria en el tema de tu interés, es bueno para hacer redes y conexiones, es un mentor clave.  

Esto no significa que la persona que has elegido tenga que conocer a todo el mundo, sino que en momentos decisivos debe estar en la posibilidad de recomendarte e incluso acercarte a las personas indicadas para impulsar tu idea, proyecto u objetivo.

12. Trata a los demás con respeto y apertura

Respetar las diferencias e incluso apoyar la diversidad debe ser la firma de una mentora o un mentor.

Es una persona a la que es fácil acercarse, con quien se puede hablar libremente sobre cualquier tema, sin esperar críticas, juicios o reacciones violentas. Es alguien con quien debemos sentirnos cómodas, cómodos, en confianza. 

Un erudito en cualquier materia, que habla a las espaldas de otros y los critica, que hace comentarios crueles, humilla o discrimina a las personas por la razón que sea: género, raza, credo, etcétera. No es un modelo de rol al que quieras apegarte.

13. Se adapta

La mentora, el mentor ideal, está consciente de que ningún enfoque o estrategia es talla única. Cada problema, desafío o proyecto tienen sus particularidades, por lo tanto, cualquier sistema debe adaptarse a la realidad individual.

Es una persona que está abierta a tomar una nueva dirección, incluso si eso significa reconocer que su estrategia estrella no funcionó. Es flexible, de mente abierta y siempre dispuesta a encontrar nuevas salidas y soluciones creativas.

Listo. Ya tienes una considerable cantidad de pistas a seguir para encontrar a tu candidata o candidato ideal, pero antes de ponerte manos a la obra, quiero hacerte una recomendación final:

Recuerda que todos los seres humanos somos falibles.

Es posible que ninguno de nosotros pueda cumplir, a la perfección, con todos los requisitos que aquí te comparto. Sin embargo, si te fijas en las características que más te han impactado, seguramente identificarás a la persona idónea para acompañarte a conseguir tus metas. 

Ahora que ya hemos puesto al perfeccionismo y a la exigencia en su sitio, puedes salir al mundo a encontrar tu mentora o mentor ideal.

¿Te animas? ¿Cuáles son esos rasgos indispensables con los que deberá contar tu mentor ideal?

Comparte tus opciones en los comentarios. 

Siempre es un placer leerte.

Autora:

Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)

Coach ontológico y escritora

Fundadora de El Refugio del Artista

Redactora en Axon Training