Axon Tips
cuatro-acuerdos-axon-training

Los cuatro acuerdos, ¡cuestiona tu realidad!

En este artículo encontrarás una breve aproximación a la filosofía de los cuatro acuerdos y 4 pasos básicos para empezar a incluirlos en tu vida.

¿Has oído hablar de los cuatro acuerdos?

Banner chico - Coaching Ontológico

En caso de que no estés familiarizada, familiarizado, con este tema, aquí te cuento. Y si ya sabes de lo que estoy hablando, acompáñame también, nunca está de más refrescar nuestros conocimientos.

Vamos a ello…

Miguel Ruiz, hijo de sanadores y practicantes de la antigua sabiduría tolteca, gracias a las enseñanzas ancestrales de su madre, descubrió su propio camino de desarrollo personal y se sumergió en el estudio profundo de los secretos del universo, del mundo físico que nos rodea y de los misterios de la mente.

Un buscador por naturaleza, se dio a la tarea de forjar una nueva forma de mirar el mundo, que vio la luz en su primer libro: Los cuatro acuerdos y terminó convirtiéndose en una serie de textos sobre estos conocimientos ancestrales.

Aunque profundizar en la filosofía que rodea a estos acuerdos nos tomaría mucho más que una breve nota, resulta indispensable comprender la mirada desde la cual fueron concebidos. 

Desde la cosmovisión tolteca, todas las personas vivimos en un sueño colectivo. Cuando nacemos somos salvajes y libres de prejuicios, pero a medida que pasa el tiempo nuestros cuidadores nos enseñan lo que debemos creer, pensar e incluso sentir al respecto del mundo que nos rodea.

Dentro de ese sueño colectivo, vamos creando nuestra propia realidad personal, construida a base de nuestros aprendizajes y a una serie de acuerdos que hacemos con otros o con nosotros mismos.

Nos volvemos artistas de nuestra propia vida, y como tal, solo podemos plasmar en nuestro lienzo lo que logramos percibir con nuestros sentidos, que a su vez están teñidos por las creencias que se nos han inoculado.

Por lo tanto, no vivimos en un mundo real, sino que experimentamos una realidad virtual que no nos muestra efectivamente la verdad de las cosas.

Pero, ¿qué son estos mentados acuerdos?

Son pactos o convenios que hacemos con otros, e incluso, con nosotras mismas, nosotros mismos, que se convierten en creencias, formas de actuar, de pensar, reaccionar y enfrentarnos a nuestras experiencias vitales. 

Muchos acuerdos se hacen en la infancia, por ejemplo, si nuestra naturaleza juguetona y ruidosa incomoda a nuestros padres, y se nos ha dicho más de una vez: “¡cállate!”, “¡quédate quieta!”, “¡eres insoportable!”; lo más probable es que nos comprometamos con el silencio, la pasividad y la obediencia, sin reparar en nuestras propias necesidades. 

Entonces, si nuestros dones y talentos nos empujan hacia practicar el teatro o cualquier arte escénica, probablemente, nuestros acuerdos inconscientes, muy bien cimentados, nos paralicen y nos provean de pánico escénico para que no rompamos el acuerdo que hicimos por sobrevivencia, ¿te das cuenta?

La cuestión es que, esta serie de acuerdos generalmente limitan nuestro potencial, nos impiden vivir plenamente, evitan que nos experimentemos auténticos, libres y puros.

Por eso, para recuperar nuestra naturaleza y escapar de un sistema de creencias que no nos pertenece, se hace indispensable adoptar los cuatro acuerdos.

cuatro-acuerdos-axon-training
Mujer piensa y se cuestiona sus creencias

Y, ¿cuáles son estos cuatro acuerdos?

Te los comparto a continuación.

1. Sé impecable con tus palabras

Para lograr comprometerte genuinamente con este primer acuerdo, es importante que tengas plena conciencia del poder de la palabra.

Una palabra dicha en el momento adecuado puede salvar una vida o quitarla, puede crear una guerra o lograr la paz, puede acariciar un corazón o lastimarlo irreparablemente, dependiendo del lugar desde donde la digamos. 

Cuando hablamos desde el miedo, el dolor o la rabia, generalmente, provocamos destrucción en nuestro interior y en el entorno que nos rodea. Es como un veneno que se esparce dejando muerte y desolación a su paso.

Por otro lado, cuando hablamos desde la compasión, el amor y la coherencia, grandes cosas pueden construirse.

Entonces, ¿qué es ser impecables con nuestras palabras? 

Es el compromiso de mantener una coherencia real entre lo que decimos, hacemos y sentimos. Ser firmes en nuestros valores, ser honestas, ser honestos, con nuestra propia naturaleza; respetarnos y respetar a todos los seres vivientes a nuestro alrededor.

Por ejemplo, cuando utilizas palabras despectivas, de menosprecio, para contigo misma, para contigo mismo, no estás honrando tu palabra, no estás siendo impecable.

Todo lo que salga de tu boca debe sentirse agradable, auténtico, dejarte una sensación de alivio y satisfacción. Sin importar si hablas contigo o con los otros, lo que digas debe decirse para construir, aportar y acompañar.  

No debemos confundir impecabilidad con condescendencia o sumisión. Ser impecable con la palabra significa hablar con claridad, honestidad, firmeza y asertividad. Ser claras, ser claros, en nuestras expresiones, decir sí cuando queramos decir sí y no cuando sea necesario decir no.  

2. No te tomes nada personal

Nada de lo que otra persona diga o haga tiene que ver contigo, todo tiene que ver con sus creencias, valores y forma de ver el mundo.

Este acuerdo es tan radical, que incluso propone que no debemos tomarnos a pecho ni siquiera nuestro propio diálogo interno, porque este, lo queramos o no, está contaminado con pactos obsoletos que nos limitan, con viejas creencias y prejuicios que no sirven a nuestra genuina naturaleza.

Si te dices a ti mismo “no soy capaz de lograrlo”, lo más probable es que no sea cierto, que sean tus acuerdos pasados los que están hablándote y lastimando tu autoconfianza.

Ahora, si alguien más te dice “no eres capaz de lograrlo”, lo más seguro es que para esa persona, desde sus propios acuerdos, aquello que quieres conseguir resulte imposible.

Cuando asumimos este acuerdo como cierto, incluso las intenciones premeditadas de otras personas por dañarnos, fracasarán, pues no estaremos receptivas, receptivos, para dejarnos afectar.

3. No hagas suposiciones

No des nada por sentado, nada es obvio, todo está expuesto a interpretaciones. 

En muchas ocasiones, quisiéramos que las otras personas adivinen nuestros pensamientos y deseos, sin tener que decir una palabra. Esto sucede principalmente en los círculos más íntimos y suele afectar relaciones importantes como lo son las de pareja, de madres e hijos, de hermanos y amigos.

Si cada ser humano tiene una mirada personal del mundo, no podemos pensar que nuestra interpretación de lo que el otro quiere es la correcta, ni tampoco pedir que la otra persona comprenda a la perfección lo que deseamos, si no lo manifestamos clara y explícitamente.

Por esta razón, es vital que ejercitemos nuestras habilidades para escuchar, preguntar, parafrasear y repreguntar. 

Incorporar este acuerdo significa arriesgarnos a hacer preguntas, incluso esas que consideramos difíciles, incómodas o tontas, pedir aclaraciones sobre aquello que nos causa confusión, e integrar el primer acuerdo: ser impecables con nuestras palabras, para crear un flujo de comunicación saludable, libre de chismes, malentendidos y sufrimiento.

4. Haz siempre lo mejor que puedas

Cuando, como yo, tienes tendencia al “perfeccionismo” este acuerdo podría ser malinterpretado y causar aún más bloqueo y parálisis del que ya te has causado en búsqueda de la perfección. 

Al contrario de lo que podrías pensar, este pacto habla de la excelencia, de hacer lo mejor que puedas, con las herramientas que tienes a la mano, en la condición de salud en la que te encuentras, desde tu mejor voluntad y deseo. 

Hacer lo mejor posible, con satisfacción y entrega, sin exigencias absurdas ni expectativas imposibles. Sobre todo, reconociendo amorosamente tu esfuerzo y dedicación, son las características de este acuerdo. Simplemente, dar lo mejor de ti.

Si hiciste algo y te quedaste con la sensación de que lo pudiste hacer mejor, reflexiona si eso es cierto. Revisa tus recursos y asegúrate de que no estás actuando desde la exigencia feroz.

Si es así, de nada vale que te atormentes, pero si no es así, toma en cuenta tus acciones presentes y disponte a hacerlo mejor la siguiente vez.

cuatro-acuerdos-axon-training-2
Hombre reflexiona sobre su cuarto acuerdo

Ahora que conoces más de cerca estos compromisos, te habrás dado cuenta de que no es tarea fácil incluirlos en nuestras vidas de un día para el otro y que requerirá algo de trabajo personal hacerlo, entonces, seguramente te estarás preguntando:

¿Por dónde empiezo?, ¿cómo incluyo los cuatro acuerdos en mi experiencia cotidiana?

La respuesta no es sencilla, tomará algo de tiempo, práctica, determinación, paciencia y mucha compasión contigo misma, contigo mismo.

Te propongo empezar por 4 pasos básicos:

1. Practica la atención plena

Observa detenidamente tus actitudes, reacciones, respuestas y sensaciones, lleva contigo una bitácora personal y registra aquello que llame tu atención.

  • ¿Reaccionas siempre igual a determinadas situaciones?,
  • ¿qué dices en momentos de crisis?,
  • ¿cómo te comportas ante la posibilidad de un conflicto?,
  • ¿qué te hace sentir bien?,
  • ¿qué te causa malestar?

Detecta los posibles pactos que están detrás de ese comportamiento o sensación que te paraliza o te saca de tu centro.

2. Reflexiona sobre tus hallazgos

Revisa diariamente toda la información que hayas recolectado en tu cuaderno de apuntes, ¿identificas algún antiguo pacto que te está dominando o limitando?

Anótalo, haz una lista de todos los acuerdos que puedas descubrir. Sigue alimentando tu inventario cada vez que tengas una revelación.

Analiza tu lista, date permiso de hurgar a fondo, ¿desde cuándo adoptaste ese acuerdo?, ¿para qué lo conservas?, ¿de qué te protege?

Sigue actualizando tus notas constantemente.

3. Rompe viejos acuerdos

Podría parecer sencillo, “si ya sabes lo que te perjudica, déjalo atrás y listo, asunto arreglado”, sin embargo, no es así de fácil. 

Cuando de cambiar viejos hábitos se trata, que además están teñidos de emociones y experiencias vitales profundas, es necesario reemplazarlos por nuevos hábitos que te hagan sentir a gusto, de alguna manera hábitos felices y saludables, que en este caso serán los cuatro acuerdos.

Elige romper un pequeño acuerdo de tu lista, que te resulte no tan incómodo de desafiar y reemplázalo por uno nuevo, que repetirás conscientemente hasta que se vuelva automático. 

Por ejemplo:

Si el mayor conflicto en tu pareja es que deseas que la otra persona adivine tus pensamientos, reemplazarás esa actitud por ser impecable con tus palabras, decirle clara, respetuosa y amorosamente, exactamente lo que necesitas, en detalle, e incluso le preguntarás si fuiste clara, claro, y tendrás la apertura para esclarecer cualquier duda.

¿Te das cuenta?

Una vez que esta sea una prueba superada, pasa al siguiente acuerdo.

4. Ten presente tu objetivo 

¿Quieres comprometerte a incluir esta nueva forma de ver el mundo en tu vida?

Si la respuesta es sí, no pierdas de vista tu propósito. Coloca en un lugar visible estos cuatro acuerdos, crea un recordatorio diario con palabras clave que los evoquen, haz lo que consideres necesario para mantenerte en el camino.

Si fallas un día, no pienses que es imposible ni te autoflageles. Mírate con compasión y paciencia, simplemente, haz siempre lo mejor que puedas en la situación en la que te encuentres, y estarás por buen camino.

Espero que hayas disfrutado el viaje.

Recuerda que aprender algo nuevo solo es el principio de la jornada, ponerlo en práctica es lo que hace la diferencia.  

¿Te arriesgas a intentar poner en práctica estos cuatro acuerdos? ¿Cuál será el primero que harás?

Empieza por compartir en los comentarios, tu experiencia puede ser la inspiración que otra persona necesita.  

Será un placer leerte.

Autora:

Cristina Navarrete Landázuri (Cris Del Viento)

Coach ontológico y escritora

Fundadora de El Refugio del Artista

Redactora en Axon Training

AXON TRAINING

Dejar comentario


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Usuarios en Línea

6 Users en línea
× ¿Quieres un Ebook gratis?